(Traducción del libreto de John Power)
La Biblia dice que los 144.000 y la gran muchedumbre son los mismos
El
Apocalipsis es un libro que, como el mismo indica en su principio, el mensaje
se da en señales o símbolos. Si el Apocalipsis es un libro simbólico, eso
significa que no ha de tomarse en sentido literal. Por tanto, cuando el libro
habla de los 144.000, este número es, evidentemente, simbólico, no literal.
La cifra de 144.000 individuos representa la
totalidad del pueblo de Israel, a razón de 12.000 personas por cada una de las
12 tribus. Del mismo modo que no se sabe cuántos componían cada una de las
tribus de Israel, de las 12 tribus de las que habla el Apocalipsis se desconoce
el número exacto. El número 144.000 es la representación de la totalidad del
pueblo.
En el capítulo 7 de Apocalipsis se lee que
los ángeles estaban reteniendo los vientos de la destrucción en tanto se
sellaba a los 144.000. Más adelante el capítulo dice que ‘después de estas
cosas…’ los vientos de la gran tribulación fueron soltados y de esta
tribulación salió un número incontable de personas. ¿Quiénes eran estos
individuos? Evidentemente, los 144.000 que entraron en la gran tribulación y
que salen de ella como ‘gran muchedumbre’.
Es indudable que la gran muchedumbre que
sale de la gran tribulación comprende un número menor que la totalidad del
pueblo o 144.000, pues ha de entenderse que muchos no saldrán de esa gran
tribulación. Si se desconoce el número de individuos que forman la gran
muchedumbre, también se desconoce cuántas personas componen el simbólico número
de 144.000 individuos.
El relato indica que la gran muchedumbre
sale de la gran tribulación, no antes. Por tanto no es bíblica la doctrina
impuesta por Rutherford, mediante la cual la gran muchedumbre habría aparecido
en 1935. De paso ha de recalcarse que esta gran muchedumbre sale de la gran
tribulación y está en la presencia de Dios. Quiere decir que gran tribulación y
Armagedón son la misma cosa, y no como enseña el Cuerpo Gobernante, que dice
que el Armagedón es posterior a la gran tribulación.
La gran muchedumbre que sale de la gran
tribulación está delante del trono de Dios, como indica el relato del
Apocalipsis. ¿Dónde está el trono de Dios? Evidentemente, en el cielo. Por
tanto la gran muchedumbre está en el cielo tras el estallido de la gran
tribulación. De los 144.000 también se dice que están en el cielo. Esos 144.000
componen ahora la totalidad del pueblo de Israel y son los mismos individuos
que componen la gran muchedumbre. Gran muchedumbre y 144.000 son las mismas
personas, ahora en el cielo, ante el trono de Dios.
Quiere decir que la gran muchedumbre no
vivirá en la Tierra convertida en un paraíso. Tampoco vivirá literalmente en el
cielo, pues tierra y cielo son simbólicos en el Apocalipsis. Por la misma
razón, también es simbólico el Armagedón, palabra que únicamente aparece en el
Apocalipsis.
El Apocalipsis fue incorporado al Canon del
Nuevo Testamento por la Iglesia Católica en el siglo IV. No se sabe quién lo
escribió, a pesar de que el relato dice que se debe a la pluma de un tal Juan.
Tampoco se sabe a qué se refiere exactamente el libro; pudiera ser que aludiera
a la propia Iglesia Católica, que estaría representando al cielo.
No es de extrañar que el libro fuera
escrito por algún miembro de la incipiente Iglesia en el propio siglo IV, a
pesar de que esa Iglesia afirme sin pruebas que el libro ya se conocía en el
siglo II. El libro fue aceptado como inspirado por los protestantes cuando se
separaron de la Iglesia Católica. Y los testigos de Jehová lo recibieron todo
de los protestantes adventistas. Como afirmó en su día el miembro del Cuerpo
Gobernante, Lyman A. Swingle: ‘No olvidemos que lo hemos recibido todo -culata,
gatillo y cañón- de los segundo adventistas’.
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