Ese tomo impresionante
que llaman la Didaché,
resume bien el por qué
se le recibe al viajante.
El viajante da alicientes,
visita congregaciones
y hoy tiene comparaciones
con los superintendentes.
La Didaché siempre ha sido
un manual para cristianos
escrito por viejas manos
en un tiempo ya perdido.
Se dice en él que el viajante
se quedará un solo día
o dos por más simpatía;
si está tres es un farsante.
Y al irse se le dará
comida para el sendero;
pero si pide dinero,
falso profeta será.
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