El
libro ‘El misterio terminado’, de Woodworth
A finales de 1917
la Watchtower Bible and Tract Society of Pennsylvania publicó el libro ‘The
finished mystery’ (El misterio terminado), del que se imprimieron aquel año
850.000 ejemplares, escrito por Clayton Woodworth y George Fisher, miembros de
la gerencia del movimiento de los Estudiantes Internacionales de la Biblia,
bajo la presidencia de Joseph Franklin Rutherford.
Woodworth había
declarado en la Asamblea de Estudiantes de la Biblia de 1913, en Asheville,
Carolina del Norte, lo que después fue publicado en el "Thirteenth
Souvenir Report", en cuyas páginas
274 y 275 se lee: “Mi mente se desequilibraba y llegué a caer directamente bajo
la influencia de los espíritus malignos, hasta tal punto que durante tres días
estuve completamente bajo su control demoníaco… Antes de aquel momento había
preparado un libro de treinta y seis páginas contra la dedicación… Ahora
comprendo que todas estas escrituras eran sugeridas a mi mente por espíritus
malignos”.
Cuatro años
después Woodworth, que admitió que los espíritus le inspiraban a escribir, se
mostraba como el autor de gran parte del material del libro ‘El misterio
terminado’ y que Rutherford presentó por sorpresa en el comedor del centro editorial
de la Watchtower, repartiendo un ejemplar a cada uno de los presentes.
Rutherford trató de colar el libro como si fuese la obra póstuma del pastor
Russell e incluso lo citó como el séptimo volumen de los ‘Estudios en las
Escrituras’, colección de seis tomos escrita por Russell años antes de 1914 y
de la cual el propio Russell argumentaba que no era necesaria la lectura de la
Biblia si se estudiaban esos seis volúmenes.
El contenido de
‘El misterio terminado’ desató agudas controversias entre los miembros del
movimiento religioso de Estudiantes de la Biblia -particularmente contra
Rutherford por permitir su publicación-, a resultas de las cuales algunos
terminaron de abandonar las filas. Aducían que el libro estaba lleno de
barbaridades que nada tenían que ver con la enseñanza bíblica y que más
parecían disparates diabólicos.
En las páginas 126
y 127 de ‘El misterio terminado’, Woodworth escribe que ‘esta obra está bajo la
supervisión del Señor’, queriendo significar que todo su contenido estaba libre
de error y que por tanto era la verdad escueta. Con el tiempo la obra fue
desechada por la propia Watchtower porque no contenía verdad alguna, antes al
contrario, se la encontró plagada de insultos e ingentes disparates ajenos al
contenido bíblico, por lo que su propagación equivalía a divulgar mentiras. He
aquí algunas de las disparatadas afirmaciones que se predicaban como verdades:
Página 188: ‘Miguel
el arcángel es el Papa de Roma’. Aquí Woodworth, el escritor, discrepaba con lo
publicado en una ‘Watchtower’ (Atalaya) de 1883, donde se decía que Miguel era
el propio Jesucristo. Página 85: De ‘leviatán’ (ver Job 42:1) se afirma que es
una locomotora. En la página 485, interpretando Ezequiel 24:25,26 el libro afirma,
en palabras de Fisher: ‘En el año 1918, cuando Dios destruya las Iglesias al
por mayor y a sus miembros por millones…’. En página 68 se lee que ‘algunas
Escrituras… prueban que la segunda venida del Señor ocurrió en 1874’.
En página 421 se
lee: “La Sociedad ha publicado y está distribuyendo "El Misterio
Terminado", séptimo volumen de Estudios de las Escrituras. No hay nada en
éste que no esté en armonía con el plan divino tal como ha sido revelado. Las
doctrinas enseñadas ahí están total y claramente en armonía con las del Señor
Jesucristo”.
En 1918,
Rutherford y los demás dirigentes de la Sociedad Watchtower fueron citados a
juicio por la distribución y contenido polémico del libro ‘El misterio
terminado’. Durante su celebración, el señor Rutherford declaró entre otras cosas
que ‘el comité ejecutivo instruyó a los señores Woodworth y Fisher para que
sometan sus manuscritos para lo que debiera ser hecho’. Se refería a los
manuscritos del nuevo libro que habría de ser vendido como el séptimo volumen
de Estudios en las Escrituras, aunque no fue obra de Russell.
Muchos Estudiantes
de la Biblia se negaron a distribuir el libro cuando detectaron los graves
errores que contenía y viendo que sus profecías no se cumplían. Estudiantes de
Australia escribieron en 1919 una crítica del libro en estos términos: ‘Woodworth
es muy imaginativo y está naturalmente poseído de una indebida apreciación de
sí mismo y de su propio juicio. Habiendo estado ya bajo la influencia de
espíritus y teniendo el Séptimo Volumen (El Misterio Terminado) ya delineado,
parecería que se dio permiso para colocar sus propias interpretaciones para
tener ventaja... Una fuerte corriente de egocentrismo pasa por todo el libro…
Hay huellas de espiritismo en varios lugares del libro, y en un lugar el
escritor confiesa que únicamente quien ha tenido estas experiencias podría
describir la influencia de espíritus malignos en su mente’.
Para 1929, después
de su distribución por millones de ejemplares, dejó de venderse ‘El misterio
terminado’, de Woodword y Fisher, así como los seis volúmenes de ‘Estudios en
las Escrituras’, de Russell. La evidencia demostró que ninguno de estos libros
contenía un solo ápice de verdad bíblica, sino que todos ellos fueron
interpretación privada de mentes obtusas que divulgaron erróneas profecías y
desequilibrados puntos de vista que arrastraron a multitudes. Por eso dejaron
de publicarse.
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