La información que aquí se incluye la
presenta, en nombre de él y de sus compañeros, un anciano aún activo y allegado
al Betel central mundial, que ha recabado datos de la superioridad. La
traducción de su misiva al castellano queda en los siguientes términos:
‘Durante décadas se creía que el esclavo
fiel y discreto (ahora se dice ‘prudente’) era el entero cuerpo de ungidos
desde el Pentecostés del año 33, en el siglo I. Sorprendentemente este
entendimiento ha cambiado por completo y el esclavo es hoy el Cuerpo
Gobernante, lo que ha dado lugar a que muchos ungidos que antes se consideraban
parte del esclavo hayan protestado enérgicamente por este cambio
incomprensible.
Según
el Cuerpo Gobernante el cambio se debe a que los evangelios hacen aparecer al
esclavo en el tiempo del fin. De cualquier manera no todos los ungidos de hoy
día -o resto de los que se entiende que son parte de los 144.000- componen la
figura del esclavo fiel y discreto o prudente. A este respecto el Cuerpo
Gobernante actual enseña que Jesucristo nombró a su esclavo en 1919, cuando aún
no existían los testigos de Jehová.
Antes se enseñaba y predicaba como doctrina
bíblica y verdad absoluta que en 1919 Jesucristo había nombrado a su esclavo
sobre todos sus bienes, nombramiento que ahora se ha trasladado al tiempo
futuro de la gran tribulación. Muchos superintendentes entendían que la Biblia
era parte de esos bienes y su interpretación concernía exclusivamente al
esclavo fiel, con lo que se daba a entender que el esclavo estaba por encima de
la Biblia.
En realidad lo está, ya que el esclavo
dicta las doctrinas que entiende que son bíblicas, pero que dejan de serlo
cuando entiende los textos de otra manera. De ahí los constantes cambios
doctrinales con el transcurso de los años. Por ejemplo, si Jesucristo nombró a
su esclavo en 1919 porque estaba
enseñando la verdad, aquella verdad ya no se enseña hoy día. Y quien la enseñe
es tachado de apóstata y se le expulsa, ya que en 1919 se celebraban las
navidades y los cumpleaños, se predicaba que la presencia de Jesucristo había
tenido lugar en 1874 y no en 1914, se predicaba que millones no iban a morir
jamás porque en 1925 resucitaban los patriarcas y llegaba el Armagedón, se
veneraba la cruz y se aseguraba seriamente que la gran pirámide de Keops era la
biblia en piedra, entre otras enseñanzas.
Pues bien, dado que los 144.000 se mencionan
únicamente en el Apocalipsis, cuyo cumplimiento está previsto para el tiempo
del fin, se entiende ahora que esos 144.000 son un grupo especial que aparece
en el tiempo del fin y no se trata de cristianos que durante los siglos han
estado en funciones desde el Pentecostés del año 33. Es imposible que desde aquel
lejano año 33 solamente hayan existido 144.000 cristianos, cuando el relato
bíblico dice que en un solo día se bautizaron tres mil personas. Podemos
imaginarnos cuántos se habrían bautizado solamente en el siglo I. Por fuerza
los cristianos han sido millones a través del tiempo. Y todos los cristianos de
ese tiempo se piensa que eran ungidos. Por tanto los 144.000 tienen que ser únicamente
cristianos del tiempo del fin, ya que el Apocalipsis se escribió para el tiempo
del fin.
Entendiendo el Cuerpo Gobernante que los
144.000 son individuos de los testigos de Jehová y los Testigos aparecen como
tales en 1931, ya que se trata de un grupo diferente de los Estudiantes de la
Biblia, es evidente que los 144.000 comienzan a hacer su presencia en 1931 y se
trata de unas pocas personas seleccionadas entre los millones de testigos de
Jehová antes de que llegue el Armagedón.
No obstante la realidad es que, según el
Apocalipsis, los 144.000 son exactamente los mismos que los que componen la
gran muchedumbre. El relato dice que los ángeles retienen los vientos de la destrucción
hasta que se termina de sellar a los 144.000. Después los vientos se sueltan y
los 144.000 entran en la gran tribulación, saliendo de ella como una gran
muchedumbre incontable. La gran muchedumbre es la que sale victoriosa de la
gran tribulación. No es el cómputo de los millones de testigos de Jehová
anteriores a la gran tribulación.
Puesto que las 12 tribus de Israel que se
mencionan en el Apocalipsis son simbólicas y no literales, el número de sus
componentes es por fuerza simbólico. Con la expresión numérica de 144.000 se da
a entender la totalidad simbólica del pueblo de Israel. Esta totalidad entra de
lleno en la gran tribulación y sale de ella como gran muchedumbre.
Como la gran tribulación no ha sucedido
todavía, la gran muchedumbre que sale de esa gran tribulación no puede existir
aún. El Apocalipsis llama gran muchedumbre a la que sale de la gran
tribulación, no a la que entra.
Si el cambio en la doctrina de los 144.000
no se ha impuesto aún es probablemente debido al temor de que el número de
testigos de Jehová que puede abandonar las filas sea superior al 50%, tal como
ya sucedió en 1926, cuando por culpa de Rutherford se perdió al menos el 72% de
los Estudiantes de la Biblia y por eso en 1931 Rutherford cambió el nombre al
27% a él apegado. De todas maneras se calcula que un 25% o dos millones de los
actuales testigos de Jehová rara vez aparece por las reuniones, y por eso en
varias partes del mundo está previsto que se fusionen en una dos o más
congregaciones.
Tarde o temprano tendrá que hacerse público
este cambio trascendental acerca de los
144.000 y la gran muchedumbre, aunque ello suponga una drástica
reducción del número de miembros fieles al Cuerpo Gobernante más que a la
propia Biblia’.
(FIN de la misiva).
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