Volvamos a Jerónimo de Estridón. Para
componer su Vulgata se valió de una de las copias del Nuevo Testamento en
griego producidas por Eusebio de Cesarea. Se valió también de una selección de
traducciones latinas del texto griego mencionado, traducciones un tanto libres
que no seguían fielmente el texto griego y que por tanto diferían del mismo.
Con estos dos tipos de documentos produjo el de Estridón, no sin quebraderos de
cabeza, la Vulgata latina. No consultó textos del Nuevo Testamento de los
siglos I al III porque no los halló. Y no los halló porque no existían. Los
papiros que actualmente se presentan como de los siglos II y III, realmente no
son de esos tiempos, pues siguen fielmente los textos de la Vulgata que
Jerónimo compuso cerca de finales del siglo IV. Y si los papiros son
reproducciones de los textos de la Vulgata y ésta es de finales del siglo IV,
por lógica esos papiros no pueden ser de los siglos II y III.
Pero la pregunta que surge ahora es: ¿No se
escribió el Nuevo Testamento, evangelios y cartas, en el siglo I? Y si se
escribió en el siglo I, ¿por qué no existían copias de los mismos en el siglo
IV? ¿O sí existían? ¿Se basó Eusebio de Cesarea en esas presumibles copias
antiguas y luego las destruyó, por cuya razón Jerónimo no habría tenido acceso
a ellas? El caso es que no se conocen códices anteriores al siglo IV, en que se
produjo el Sinaíticus, hipotéticamente basado en copias más antiguas, pero que
nada se sabe de ellas.
Ningún historiador de los siglos I a III da
razón de la existencia del cristianismo en esos siglos. A unos pocos de esos
historiadores se les han introducido cuñas a favor del cristianismo en los
escritos, para hacer creer que eso lo escribieron ellos; pero está demostrado
que las cuñas son espurias. Tales historiadores, de haberlo sabido realmente,
hubieran escrito libros enteros sobre Jesucristo y el cristianismo. Nos
encontramos, pues, con que solamente los escritores del Nuevo Testamento hablan
de la existencia de Jesús, los apóstoles y los primeros cristianos en el siglo
I, entendiéndose que los cristianos continuaban activos durante los siglos II y
III, aunque no hay registro histórico que lo confirme.
Nos preguntamos si Eusebio de Cesarea no es
realmente el autor de todos o casi todos los libros del Nuevo Testamento, al
menos de los evangelios, y que todo eso lo escribió en el siglo IV, a petición
del emperador Constantino. Es que Eusebio ya nos coló todas las mentiras
habidas y por haber con su ‘Historia eclesiástica’ y las cartas de los padres
apostólicos, de los que tampoco da razón la Historia seglar. Y resulta que
estos padres citan de los evangelios. Si no existieron, ¿cómo es que defienden
la existencia de los evangelios?
No tenemos más remedio que llegar a la
conclusión de que absolutamente todo es producto de la mente de Eusebio, que
actuaba a las órdenes del emperador, el cual pretendía establecer una religión
única en el Imperio. Y sería precisamente en el siglo IV, en tiempos de
Constantino, cuando nacería el cristianismo. Por tanto los evangelios no serían
más que una novela histórica impuesta a la fuerza como suceso real para poder
establecer la nueva religión. Jesucristo y los apóstoles serían los personajes
centrales de la novela. Es como si se impusiera la creencia de que existió don
Quijote de la Mancha y el pueblo lo aceptara a ojos cerrados y tildara de
apóstata o hereje a quien no lo aceptara.
Tus comentarios se llevan de cabeza con lo que opinan los eruditos, Como Antonio Piñedo que no es precisamente un creyente y sin embargo no escribe la sarta de idioteces que pones vos
ResponderEliminarni descarta los escritos de nuevo testamento como decis vos.
Sino que duda por ahi de sus autores y de ningun modo entiende que sean inspirados.
Pero que el nuevo testamento se escribio en el siglo IV
me parece una burrada propia que solo toca el tema de oido.
Te recomiendo que leas a estudiosos y te desasnes
El señor Piñeiro vive de sus libros y se obliga a defender la existencia de un Cristo en el siglo I. Pero la evidencia histórica señala al siglo IV. Personalmente creía en un Cristo del siglo I, hasta que indagué a fondo durante varios años. Ahora bien, quien está dispuesto a creer por encima de todo que Jesucristo existió en el siglo I, es libre de hacerlo, como somos libres de opinar quienes estamos convencidos de lo contrario.
ResponderEliminarPor otro lado los eruditos a los que te refieres son casi todos religiosos o creyentes católicos y protestantes que no han indagado el tema, sino que aceptan a ciegas cuanto les fue transmitido por sus mayores.
ResponderEliminarComo hipótesis está muy bien pero a falta referencias no pasa de eso.
ResponderEliminarSería bueno que además exploraras la teoría de la "fuente Q" para los evangelios y la historia de los evangelios orientales (que no estuvieron disponibles a los eruditos de occidente sino hasta hace dos siglos).