(Traducción del libreto de John Power)
La Biblia no dice que los judaítas salieron del destierro babilónico en el
año 537 o en el 536 a.e.c.
La fecha del 537 a.e.c., al igual que la del 607, fue establecida en
1943 por el vicepresidente de la Sociedad Watch Tower, Fréderick W. Franz.
Antes los Testigos predicaban que los judaítas habían salido del destierro en
el 536 a.e.c. Esta última fecha se la pasó Barbour a Russell en 1876, cuando le
inculcó fechas y doctrinas que no venían en la Biblia y Russell lo creyó todo a
pies juntillas, sin detenerse a investigar la certeza de lo que aquel le
transmitía.
Franz adelantó inexplicablemente un año el tiempo de la supuesta
destrucción de Jerusalén por Nabucodonosor. La adelantó, pues, del 606 al 607
a.e.c. Al hacerlo le descuadraban los imaginados 70 años de destierro de los
judaítas y se obligó a adelantar un año la salida del cautiverio, pasándola del
536 al 537 a.e.c. Este cambio sin sentido motivó que muchos abandonaran la
organización de los testigos de Jehová.
La realidad es que los judaítas no habrían comenzado a salir del
destierro tan tarde como en el 537 a.e.c. Por fuerza hubieron de haber salido
en el 538 a.e.c., dado que en el 537 inauguraron los cimientos del nuevo
templo. La orden de liberación la dio Ciro en el año primero de su reinado,
que, según el cómputo judío, iba de octubre del 539 a Octubre del 538 a.e.c.
Como ya estaba encima el invierno y era prácticamente imposible que un
pueblo entero se enfrentara con éxito al clima extremadamente frío de las zonas
desérticas, se comprende que se esperara a bien avanzada la primavera,
posiblemente a finales de abril, para ponerse en camino. Evidentemente el
camino de regreso lo hicieron bordeando el río Eufrates, dado el extremismo de
los desiertos, donde difícilmente los niños y gran parte de las mujeres y de
los ancianos hubieran sobrevivido. Por
tanto la salida del destierro habría comenzado en el año 538 a.e.c., llegando
la comitiva a Jerusalén a tiempo para la fiesta de las Cabañas. Los
preparativos para la cimentación del Templo comenzarían posiblemente al
iniciarse la primavera del 537 a.e.c.
Si, según el Cuerpo Gobernante, hubieran de computarse 70 años atrás
para la destrucción del Templo de Jerusalén, eso llevaría al 608 a.e.c. como el
año de tal destrucción. Ello significa que 2.520 años hacia delante llevarían a
1913 como el año del supuesto inicio de reinado de Jesucristo en el cielo. Pero
la organización de los Testigos se aferra a 1914 por entender que el año cumple
profecía bíblica con la Primera Guerra Mundial. Según ese entendimiento, el año
1939, en que dio comienzo la Segunda Guerra Mundial, también cumpliría profecía
bíblica.
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