En Génesis se lee que Dios le dio al hombre
el alimento vegetal y no el animal. Después del Diluvio le permitió comer carne
de animales, a condición de que los desangrase y vertiese la sangre en tierra.
De esa manera el hombre que mataba un animal para comer no era responsable de
la muerte de dicho animal. Pero si comía la sangre, se hacía responsable de esa
muerte.
En las transfusiones de sangre no se mata a
nadie. En Hechos de Apóstoles se lee que el cristiano proveniente del paganismo
(referido al cristiano de Antioquía) no debería, para no ofender a los
cristianos judíos, comer carne de animal que no hubiera sido desangrado. Se
refiere únicamente a la sangre de animales sacrificados para comer. Más tarde
el apóstol Pablo escribía diciendo a los cristianos que comiesen todo lo que se
vende en las carnicerías. Y en aquellas carnicerías se vendía carne de animal
no desangrado.
Una transfusión no es lo mismo que comer
sangre. En la transfusión la sangre pasa directamente al torrente sanguíneo. En
el acto de comer, la sangre se descompone mediante la digestión.
Dado que en las transfusiones no se mata a
nadie, quien recibe la transfusión no es responsable de ninguna muerte. La
sangre aporta vida al organismo. Jesucristo dijo que quien no bebiera su sangre
no tenía parte con él, si bien se trataba de un simbolismo. Pero el caso es que
Jesucristo habló de ‘beber su sangre’.
Desde 1945 la dirigencia de los testigos de
Jehová tiene prohibidas las transfusiones. En un principio decía la dirigencia
que tomar las fracciones de la sangre, como las albúminas, era pecado craso que
la Biblia condena. Hoy día dice que no es pecado y deja las albúminas a la
conciencia de la persona. A partir de mediados de 1961 comenzaron las
expulsiones de quienes se transfundían.
Desde entonces ha habido miles de muertes entre
los testigos de Jehová que se han negado a ser transfundidos. Mueren pensando
que son fieles a Dios, en la creencia de que El prohíbe las transfusiones de
sangre. En los años cincuenta y sesenta murieron muchos que no aceptaron una
transfusión de albúmina, creyendo que la palabra de Dios lo prohibía. Después
la gerencia de los Testigos dejó el asunto a la conciencia. ¿Quiénes son
responsables de todas aquellas muertes?
El Cuerpo Gobernante de los testigos de
Jehová, cuerpo que fue creado en 1971, continúa aferrado a la información que
daban los antiguos manuales de enfermería, los cuales aún catalogan los
componentes de la sangre en: plasma, glóbulos rojos, glóbulos blancos y
plaquetas. Esta catalogación se realiza a efectos informativos generales, pero
no es del todo científica.
Los manuales de Medicina exponen, a efectos
generales, que los componentes principales de la sangre son dos: el plasma
(55%) y los glóbulos rojos (45%). Las plaquetas son consideradas como porciones
suspendidas en el plasma.
Los glóbulos blancos no forman parte de la
composición de la sangre. Estos glóbulos se encuentran de paso en el torrente
sanguíneo y van de unos órganos a otros. Los órganos tienen muchos más glóbulos
blancos que los que provisionalmente tienen la sangre. Cuando una persona
recibe un riñón trasplantado, recibe también millones de glóbulos blancos. La
leche materna que la madre da al bebé contiene infinidad de glóbulos blancos.
Naturalmente, siempre ha de haber glóbulos rojos en la sangre. Lo contrario
indicaría que los órganos no los producen.
Pero la división científicamente más
importante que hoy se hace de los componentes sanguíneos es la que se utiliza para
extraer las sustancias que han de aplicarse a los pacientes. Según esta
clasificación, los componentes principales de la sangre son: Agua (80%),
hemoglobina (15%), albúminas (3%) y globulinas (2%).
Esto está de acuerdo con la división de: 1)
Plasma, que contiene un 93% de agua y un 8% de albúminas y globulinas, incluídas las
plaquetas. 2) Glóbulos rojos, que contienen agua y un gran porcentaje de
hemoglobina, que es la que da el color rojo a la sangre. La hemoglobina es
tratada por los testigos de Jehová como una fracción cuya transfusión se deja a
la conciencia, algo que muchos testigos ignoran y se dejan morir por ello.
Según la composición química de la sangre
en: agua, hemoglobina, albúminas y globulinas, composición que marca la pauta
para la extracción de las sustancias más convenientes para su aplicación en el
paciente, los testigos de Jehová están permitiendo transfundirse los elementos
principales de la sangre, a los cuales llaman fracciones sin serlo.
De todas maneras los componentes de la
sangre no son sangre, tal como los componentes del agua no son agua. El agua se
compone principalmente de hidrógeno y oxígeno y ninguna de estas sustancias por
separado es agua. Y los componentes de la sangre por separado no son sangre;
así no es sangre el plasma ni los glóbulos rojos ni las plaquetas. Los glóbulos
blancos ya hemos adelantado que no son parte de la sangre, sino que están de
paso en el torrente sanguíneo. Según han manifestado varios superintendentes, esto
está actualmente en estudio en el despacho del Cuerpo Gobernante y no extraña
que cualquier día se decidan sus miembros a publicar que los glóbulos blancos
se dejan a la conciencia de cada cual, dado que tales glóbulos son un proceso
natural en la alimentación materna del bebé y la Biblia por tanto no los
prohíbe.
La Biblia no indica cuáles son los
componentes de la sangre. Todo es una aceptación de un grupo humano que valora
más la opinión de un tratado de enfermería que ya está obsoleto por existir
otras clasificaciones de la sangre más científicas y acordes con la realidad
sanitaria. Y este grupo humano es el que en los años cincuenta escribió en las
Atalayas que transfundirse albúmina extraída de la sangre era pecado, pero que mucho
tiempo después suprimió tal enseñanza y dejó a la conciencia de cada cual la
transfusión de albúmina, cuando ya muchos habían muerto por negarse a
transfundirse albúmina.
De los dos centenares de testigos de Jehová
que mi equipo de redactores ha entrevistado discretamente, algunos de ellos
ancianos de congregación, más de la tercera parte no está de acuerdo con la
extraña doctrina de la prohibición de transfundirse sangre. Sabemos que muchos
se transfunden en secreto en los hospitales. La gerencia de los Testigos tendrá
que desmontar tarde o temprano toda la filosofía que se ha fabricado en torno a
las transfusiones sanguíneas, cuya prohibición no es bíblica de ninguna de las
maneras.
Fred Franz, vicepresidente de la
Watchtower, fue quien en 1945, apoyado por unos pocos de ideas no bíblicas, inventó
el asunto de las transfusiones, al pensar que transfundirse sangre era lo mismo
que comerla. Un solo individuo, que mentalmente estaba trastornado al creer que
Dios lo había designado como guía espiritual, marcó la doctrina más
controvertida de los testigos de Jehová. Y hoy el Cuerpo Gobernante tiene las
manos atadas porque cambiar todo esto puede tener drásticas repercusiones en la
grey. Puede ocurrir lo que en 1926, que se perdió el 73% de los Estudiantes de
la Biblia.
Un día me visitó un tj que había sido anciano, discutimos acerca de las transfusiones, le argumenté mostrándole el texto de Pablo que mencionas sobre comer de todo lo que se vendía en las carnicerías y en casa de los que no eran cristianos, para rebatirme, me dijo que en aquel tiempo no se vendía sangre ni carne sin desangrar en las carnicerías, cuando le hice ver lo absurdo de su argumento, me dijo que me remitiera al contexto de las palabras de Pablo, que se refería sólo a las carnes sacrificada a los ídolos, entonces le dije que él hiciera lo mismo con las palabras de hechos 15, que el contexto se refiere única y exclusivamente a la sangre de animales. Al final me comentó que no aceptaría que el cg diera luz verde a las transfusiones después de las muertes que ha habido.
ResponderEliminarhttp://www.donasang.org/que-es-la-sang/es_els-components.html
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