El
escabroso tema de la sangre
entre
los testigos de Jehová
Uno de los textos
en los que se basan los testigos de Jehová para sostener la prohibición de las
transfusiones de sangre se encuentra en Hechos de Apóstoles 15:29, donde se
lee, según la TNM (Traducción del Nuevo Mundo de los testigos de Jehová):
‘Sigan absteniéndose… de sangre’.
Para los Testigos,
abstenerse de sangre es no aceptar sangre de ninguna clase, incluída la de humanos.
Sin embargo los apóstoles en el texto de Hechos 15 se están refiriendo única y
exclusivamente a la sangre de animales sacrificados para comer. No se refiere a
la sangre de humanos que hubieran de ser sacrificados.
Esa abstención de
sangre de animales iba destinada a los cristianos gentiles de Antioquía, que
comían carne de animales no desangrados y tal cosa escandalizaba a los cristianos
judíos. Para evitar el escándalo, se acordó que los cristianos gentiles no
consumieran sangre o carne de animales no desangrados al menos en la presencia
de cristianos procedentes del judaísmo.
Mas adelante el
apóstol Pablo escribió que se consumiera todo lo que se expendía en las
carnicerías, y era habitual que en las carnicerías se vendiera carne de
animales no desangrados o al menos no desangrados convenientemente. Y Pablo
también escribió que la antigua Ley había sido clavada al instrumento de suplicio
de Jesucristo, lo que significaba que no se aplicaba a los cristianos. Y eso
incluía la prohibición judía de consumir sangre.
En una transfusión
de sangre no se mata previamente a ser humano alguno. No es lo mismo que en el
caso de los animales, donde la antigua Ley exigía que se vertiera la sangre en
tierra, lo que significaba que quien mataba al animal no era responsable de su
muerte. En cambio sí era responsable si consumía su sangre. Sin embargo los
gentiles sí podían consumir animales no desangrados y cuando un israelita
hallaba un animal muerto y no desangrado debía dárselo a los que no eran del
pueblo de Israel.
En Génesis se lee
que Dios le dio al hombre el alimento vegetal y no el animal. Después del
Diluvio le permitió comer carne de animales, a condición de que los desangrase
y vertiese la sangre en tierra. De esa manera el hombre que mataba un animal
para comer no era responsable de la muerte de dicho animal. Pero si comía la
sangre, se hacía responsable de esa muerte.
Si en Génesis 9
aparece la prohibición supuestamente dada a Noé de consumir sangre, se debe a
que el texto tuvo que haber sido incluído ahí por los judíos muchos siglos
después. Dios no pudo haber decretado que no se consumiera sangre, pues de otra
manera no hubiera permitido que su hijo Jesús diera su sangre por la humanidad.
Toda prohibición
del consumo de sangre o del consumo de animales no desangrados proviene en
realidad de los judíos y estos escribieron que tal prohibición era una ley de
Dios. Pero Pablo dijo que la antigua Ley no rezaba para los cristianos, aunque
los Testigos aseveren que se guían por ‘principios’. Pero los principios no son
ley.
Una transfusión de
sangre no es lo mismo que comer sangre. En la transfusión la sangre pasa
directamente al torrente sanguíneo. En el acto de comer, la sangre se
descompone mediante la digestión.
Dado que en las
transfusiones no se mata a nadie, quien recibe la transfusión no es responsable
de ninguna muerte. La sangre aporta vida al organismo. Jesucristo dijo que
quien no bebiera su sangre no tenía parte con él, si bien se trataba de un
simbolismo. Pero el caso es que Jesucristo habló de ‘beber su sangre’.
Desde 1945 la dirigencia
de los testigos de Jehová tiene prohibidas las transfusiones. En un principio
decía esta dirigencia que tomar las fracciones de la sangre, como las
albúminas, era pecado craso que la Biblia condena. Hoy día dice que no es
pecado y deja las albúminas a la conciencia de la persona. A partir de mediados
de 1961 comenzaron las expulsiones de quienes se transfundían.
Desde entonces ha
habido miles de muertes entre los testigos de Jehová que se han negado a ser
transfundidos. Mueren pensando que son fieles a Dios, en la creencia de que El
prohíbe las transfusiones de sangre. En los años cincuenta y sesenta murieron
muchos que no aceptaron una transfusión de albúmina, creyendo que la palabra de
Dios lo prohibía. Después la jerarquía de los Testigos dejó el asunto a la
conciencia. ¿Quiénes son responsables de todas aquellas muertes?
El Cuerpo
Gobernante de los testigos de Jehová, cuerpo que fue creado en 1971, continúa
aferrado a la información que daban los antiguos manuales de enfermería, los
cuales aún catalogan los componentes de la sangre en: plasma, glóbulos rojos,
glóbulos blancos y plaquetas. Esta catalogación se realiza a efectos
informativos generales, pero no es del todo científica.
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