En Lucas 4:16-29 se lee sobre Jesucristo: ‘Fue a Nazaret, donde se había
criado, y, como era su costumbre en sábado, entró en la sinagoga y se puso de
pie para leer… en la sinagoga se llenaron de rabia. Así que se levantaron, lo
sacaron rápidamente de la ciudad y lo llevaron hasta lo alto de la montaña
sobre la que estaba construída la ciudad para lanzarlo de cabeza desde allí’.
El evangelio dice que Nazaret estaba construída sobre una montaña y los
de la sinagoga llevaron a Jesús a lo alto de la montaña para despeñarlo.
Ahora bien, en Nazaret no hay montañas. Las montañas están a muchos
kilómetros de distancia. Nazaret está edificada sobre una colina de muy pronunciada
suavidad. Lo más que habrían podido hacer los de la sinagoga era hacer rodar a
Jesús colina abajo; pero también sería imposible, dado que la pendiente de la
ladera es muy liviana y el cuerpo no rodaría más allá de un metro.
No se sabe cómo pudo el evangelista colar en su evangelio algo que no es
cierto, como es la afirmación de que Nazaret estaba construída sobre una
montaña y que desde esa hipotética montaña pretendieron lanzar a Jesús de
cabeza. Para despeñar a alguien hace falta que exista una pendiente más o menos
vertical y profunda. Y ese no es el caso en la suave colina de Nazaret.
Esto de la montaña de Nazaret en el evangelio de Lucas da que pensar. El
escritor no estaba informado y coló que había una montaña en Nazaret, y además
mezcló al propio Jesucristo en esta falsa escena. Nos preguntamos si existen
otras cosas inciertas sobre Nazaret en este evangelio, así como en los demás.
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