El
Cuerpo Gobernante sabe que sus fechas
y
tiempos no son correctos
Es evidente que el
Cuerpo Gobernante se dio cuenta de que no es bíblica la aplicación de los 2.520
años, como también se ha dado cuenta de que Jerusalén no fue destruída por
Nabucodonosor en el 607 a.e.c., sino en el 587 a.e.c.
A finales de los
años setenta del siglo XX, a fin de editar el libro ‘Ayuda para entender la
Biblia’, le fue encargado al miembro del Cuerpo Gobernante, Raymond Franz, que
buscase evidencias de la caída de Jerusalén en el 607 a.e.c.
Tras un año de
profunda investigación y numerosas consultas a enciclopedias y profesionales de
la Historia, Raymond descubrió que no existía evidencia alguna de la fecha 607
a.e.c. y sí había innumerables evidencias del año 587 a.e.c., tanto por la
Historia como por la Arqueología, la Astronomía y aún la propia Biblia.
Raymond sugirió a
sus compañeros que cambiasen las fechas 607 a.e.c. y 1914 y estos le
contestaron que de ninguna manera podían cambiarlas porque entonces quedaría
sin efecto el año 1914. Y ese año de 1914 era vital y había que mantenerlo por
encima de todo, ya que era la base de muchas doctrinas. Raymond, convencido firmemente
de que Jerusalén fue destruída en el 587 a.e.c. y que el año 1914 no era
correcto, presentó su dimisión como miembro del Cuerpo Gobernante.
Como no se puede
abandonar el Cuerpo Gobernante sin sufrir las consecuencias, Raymond Franz fue
expulsado de la congregación debido a que comía con la persona desasociada que
le había dado trabajo en su restaurante.
Es de advertir que
en ese tiempo (sobre 1980) sí se podía comer o tener vida social con los
desasociados. Pero el Cuerpo Gobernante aplicó con carácter retroactivo la
norma de que comer con desasociados era antibíblico. A partir de entonces los
desasociados son considerados incluso peor que los expulsados.
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