El Cuerpo Gobernante de los testigos de
Jehová continúa aferrado a los antiguos manuales de enfermería, que decían que
los componentes principales de la sangre eran cuatro: plasma, glóbulos rojos,
glóbulos blancos y plaquetas. Esta clasificación, según los actuales y avanzados
conocimientos, no es del todo correcta, aunque continúa activa de cara al público
profano en la materia.
Los actuales manuales de Medicina dan como
clasificación general que los componentes de la sangre son dos: el plasma y los
eritrocitos o glóbulos rojos. Las plaquetas se consideran como albúminas y
están suspendidas en el plasma. En cuanto a los glóbulos blancos o leucocitos
se sabe que no son parte de la sangre, sino que están de paso en el torrente
sanguíneo. Los glóbulos blancos se encuentran en los órganos y éstos vierten el
sobrante en la sangre para que ésta los transporte a otros órganos que lo
necesitan. Cuando a alguien se le trasplanta un órgano, recibe infinidad de
glóbulos blancos con el trasplante.
Naturalmente,
si en la sangre no hay glóbulos blancos o hay muy pocos, eso significa que algo
anda mal en el cuerpo. Por fuerza siempre tiene que haber glóbulos blancos de
paso por el torrente sanguíneo; pero tales glóbulos no forman parte de la
sangre. La leche materna contiene gran cantidad de glóbulos blancos y cuando la
madre da el pecho al bebé le está transfundiendo por vía bucal glóbulos blancos
con el alimento maternal.
El plasma se compone de agua en el 92%,
siendo el 8% restante albúminas, entre las que se encuentran las plaquetas, y
globulinas. Si las albúminas y las globulinas están consideradas por el Cuerpo
Gobernante como fracciones permitidas en una hemotransfusión, no se entiende
cómo el 92% del plasma, que es agua, no está permitido.
Los glóbulos rojos son en su mayoría,
aparte de agua, hemoglobina, una fracción que sí está permitida transfundirse a
los Testigos. No se entiende cómo el Cuerpo Gobernante llama fracción a la
hemoglobina, siendo ésta la parte principal de los glóbulos rojos o
eritrocitos. La mayoría de los Testigos desconoce que la transfusión de
hemoglobina sí está permitida por el Cuerpo Gobernante.
Pero los manuales de Medicina dan también
como clasificación de los componentes principales de la sangre la siguiente,
atendiendo al aspecto químico, que resulta ser el que realmente aprovecha hoy
los componentes de la sangre para una transfusión. La clasificación química,
que tiene en cuenta el aprovechamiento real de los componentes sanguíneos, es
ésta: agua, el 80%; hemoglobina, el 15%; albúminas, el 3%; y globulinas, el 2%.
Las plaquetas se cuentan como albúminas y los glóbulos blancos o leucocitos no
se tienen en cuenta al no ser parte intrínseca de la sangre y estar mayormente
en los órganos y en la leche materna.
Aún si los componentes de la sangre fueran
los clásicos de plasma, glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas, cada uno
de ellos no sería sangre, de la misma manera que los componentes del agua,
principalmente hidrógeno y oxígeno, no son agua por separado. El plasma, pues,
no es sangre, como tampoco lo son los glóbulos rojos, las plaquetas y los
glóbulos blancos. Son componentes que, juntos, forman la sangre; pero cada uno
de ellos por separado no es sangre.
En cuanto a la expresión ‘absténganse de
sangre’ que a menudo citan los Testigos basados en el libro de Hechos de
Apóstoles para hacer ver que la Biblia dice que no hay que aceptar sangre
alguna, esa expresión se refiere únicamente a la sangre de los animales que
eran sacrificados para comer, no a las transfusiones. En una transfusión no se
mata a nadie y la sangre transfundida pasa directamente al torrente sanguíneo.
No ocurre así cuando se come sangre, la cual es descompuesta en varios
nutrientes durante el proceso digestivo. Jesucristo mismo dio su sangre por la
humanidad y dijo que quien no bebiera su sangre no tenía parte con él. Nada
tiene que ver la sangre humana que se dona a otra persona con la expresión
‘absténgase de sangre’ referida exclusivamente al sacrificio de animales
destinados a la alimentación. Pero los Testigos utilizan el falso silogismo de
‘si hay que abstenerse de la sangre de animales, cuánto más de la humana’, en
la creencia de que transfundirse sangre es lo mismo que comerla, cuando la
Medicina afirma que no lo es.
En lo que respecta al texto de Génesis que
dice que la humanidad en general no ha de consumir sangre, ese texto, como todo
el Génesis y el resto de la Biblia antes del rey Josías, fue incorporado
después de la deportación a Babilonia. Como los judíos no consumían sangre,
incorporaron el texto a Génesis haciendo ver que era una ley para toda la
humanidad, cuando realmente no lo era, pues el extranjero o no israelita sí
podía comer animales no desangrados.
Resulta que las que el Cuerpo Gobernante
llama ‘fracciones sanguíneas’ y que sí permite transfundir son precisamente en
Medicina los principales componentes químicos de la sangre, los que realmente
se aprovechan en las hemotransfusiones, según la necesidad de la persona.
Antes de 1945, las transfusiones de sangre
eran alabadas por los testigos de Jehová, sobre todo en tiempos de Rutherford.
Pero en 1945 el vicepresidente de la Sociedad Watch Tower, Frédrick Franz, teólogo
único de la Sociedad al no existir el Cuerpo Gobernante que se formó en 1971, declaró
que la Biblia prohíbe las transfusiones. Eso fue debido a un mal entendimiento
de la lectura del capítulo 15 de Hechos. Franz creía que transfundirse era lo
mismo que comer sangre, a pesar de que los doctores demuestran que no es así.
Franz creía que la Biblia se refería también a las transfusiones con la
expresión ‘absténgase de sangre’, cuando la realidad es que la frase se refiere
única y exclusivamente a la sangre de animales destinados al consumo humano.
Hasta 1961 no declaró Franz que quienes se sometían a una transfusión habían de
ser expulsados de la congregación.
Con el tiempo, cuando ya muchos Testigos
habían muerto por falta de sangre, el Cuerpo Gobernante se dio cuenta del error
que Franz había introducido en el conjunto de doctrinas jehovistas y permitió
las que llamó ‘fracciones’, pero que la ciencia médica dice que son los
componentes principales de la sangre en el aspecto químico, que viene a ser el
que permite un mejor aprovechamiento de los elementos sanguíneos que el cuerpo
realmente necesita.
De todas maneras, cuando se transfunde
plasma, no se está transfundiendo sangre, pues si el plasma es un componente de
la sangre, está claro que no es sangre, sino un compuesto más. Lo mismo ocurre
cuando se transfunden glóbulos rojos, que son un componente. Otra cosa sería si
se transfundiera sangre completa, algo que raramente se hace hoy. Pero con todo
la Biblia no condena las transfusiones. La abstención de sangre se limita
exclusivamente a la sangre de animales que se sacrificaban para comer.
La prohibición de no transfundirse sangre es
un equívoco más del mal entendimiento del Cuerpo Gobernante, en este caso de
uno de sus miembros prominentes, a quien se le despojó de los poderes de emitir
las doctrinas a partir del 1 de Enero de 1976, cuando el Cuerpo Gobernante
creado en 1971 tomó las riendas doctrinales de la Sociedad Watch Tower.
Me pregunto si el gigantesco fallo de 1975 no fue lo que hizo que a partir de 1976 se le quitara poderes a Knorr y a Franz
ResponderEliminarDecía confucio El hombre que ha cometido un error y no lo corrige comete otro error mayor...A éstos les da igual se acaba la linde y ellos siguen
EliminarEsta entrada está bien buena. Me gustaría que la compartieras en nuestra comunidad Ex-testigos de Jehová. Porque esta errada la doctrina de la sangre (transfusiones) de la WT/JW
ResponderEliminarApreciadp amigo: puedes tú mismo copiar y subir el artículo. Sin compromiso. Muchas gracias.
EliminarEstaba tan adoctrinada que no lograba entender esta artículo, pero hoy por fin, pude entenderlo. Es un gran alivio saber y entender que he estado cegada por una secta que nos tiene deprimidas e infelices... Agradezco al creador que tuve el valor de leer y buscar la verdad de la gran mentira...
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