El 8 de Enero de 2018 se cumplieron 76 años
de la muerte del segundo presidente de la Sociedad Bíblica Watch Tower, Joshep
Franklyn Rutherford. A día de hoy no se sabe dónde está su tumba, aunque se
sospecha. Al entierro de Rutherford, unos tres meses y medio después de su
muerte, según publicó la Watch Tower, solamente acudieron las pocas personas
más allegadas a él, contadísimas, que fueron quienes le enterraron en secreto.
Rutherford apenas tenía simpatías entre los
testigos de Jehová, el movimiento que él fundó en 1931 con el 27% de los
Estudiantes Internacionales de la Biblia. Entre 1926 y principios de 1927 había
abandonado las filas el 73%, como se deduce de los anuarios de aquel tiempo,
aparte de la información que dieron en su día los que estaban en el betel
central mundial. Suponiendo que el 1% falleciera por la edad, al menos el 72%
abandonó, debido a que no se cumplió la profecía que Rutherford lanzaba, de que
en 1925 resucitarían los patriarcas y vendría el Armagedón.
Desde 1918 Rutherford venía anunciando que
‘millones que ahora viven no morirán jamás’. En 1920 imprimió el millonario folleto
del mismo título. Entre 1918 y 1925 se dieron discursos masivos por todo el
territorio de los Estados Unidos, anunciando el fin del sistema y la
resurrección de los patriarcas en 1925. Y esto lo anunciaban como Palabra de
Dios y como hecho profético indiscutible. Dado que lo profetizado no se
cumplió, abandonó las filas la inmensa mayoría.
No obstante, Rutherford, a pesar de que
reconoció que ‘había hecho el asno’, no se dio por aludido y continuó con la
idea de que en aquel tiempo resucitarían los patriarcas. Con tal idea recabó
25.000 dólares de los Estudiantes de la Biblia que le habían sido leales y en
1929 mandó construir la lujosa mansión de Beth Sarim (Casa de los Príncipes),
en San Diego, California. En el garaje tenía un Cadillac de 16 cilindros a
disposición de los resucitados, vehículo que en aquel tiempo solamente podían
permitírselo los millonarios, dado su valor de unos 6.000 dólares, cuando un
utilitario apenas rondaba los 400 dólares.
Al Capone, el famoso gánster, tenía un
vehículo igual; pero Rutherford disponía de dos Cadillac de 16 cilindros: uno
en San Diego y otro en Nueva York. Y eran los tiempos de la Gran Depresión, en
que millones de personas sufrían hambre y privaciones serias, incluídos los
propios Estudiantes de la Biblia que habían aportado el dinero para la
construcción de la mansión de Beth Sarim y la compra de los suntuosos
automóviles.
Rutherford ocupó la mansión de Beth Sarim
en 1930. En las escrituras, a nombre de los resucitados, se recalca que,
mientras los antiguos patriarcas venían a tomar posesión de la casa
recientemente construída en San Diego, Rutherfod viviría en ella. En 1939
adquirió Rutherford un terreno colindante y construyó la mansión de Beth Shan
(Casa de Seguridad). Como pensaba que la guerra mundial se extendería a los
Estados Unidos, mandó construir dos refugios antiaéreos, tal como hacían los
millonarios y los políticos de entonces. Estos refugios fueron descubiertos por
el comprador de la finca, años después.
Rutherford murió en Beth Sarim y dejó escrito
que lo enterraran en dicha finca. Mientras se tramitaba el permiso de
enterramiento con las autoridades municipales, Rutherford permanecía en una
nevera de hielo. Como el permiso fue denegado, se solicitó nuevo permiso para
el enterramiento en la finca de Beth Shan, algo que también fue denegado por
las autoridades. Todo esto puede leerse en la literatura de la Sociedad Watch
Tower de aquel tiempo.
A finales de Abril de 1942, tres meses y
medio después, la Watch Tower anunció por escrito que Rutherford había sido
enterrado en el antiguo terreno de la radio. Pero para entonces el terreno ya
no era de la Watch Tower y en él no hay más cementerio que el de los
metodistas, que también tienen ahí una iglesia. Los últimos enterramientos en
dicho terreno se hicieron en el siglo XIX. A partir del XX era obligado
enterrar a los muertos en los cementerios públicos. Ni qué decir tiene que en
ese terreno no existe lápida alguna que señale que Rutherford está enterrado en
el lugar. Se sospecha que está enterrado en Beth Sarim, como así lo afirmó el
nuevo propietario de la finca.
Casi ningún testigo de Jehová conoce esta
triste historia, al igual que desconoce que el antecesor de Rutherford,
Russell, fue enterrado con todos los honores en Pittsburgh y junto a su tumba
se le erigió el grandioso monumento de una pirámide egipcia en granito, la cual
ostenta el emblema masónico de la cruz y la corona.
Los ancianos y superintendentes con los que
mantuvimos conversaciones desconocían la historia, excepto unos pocos de mayor
edad. Watch Tower y el Cuerpo Gobernante de los testigos de Jehová tratan de
quitar importancia a todo esto y ocultan a sus miembros la realidad de lo
ocurrido. Aún muchos superintendentes y ancianos les dicen a quienes se enteran
del asunto y piden información al respecto que todo esto es invención de los
apóstatas. Pero es lo que está escrito en la antigua literatura de la Watch
Tower y en los periódicos de la época.
Decía descartes:Es prudente no fiarse por entero de quienes nos han engañado una vez...Sigo esta Máxima!!!
ResponderEliminarY ahora los nuevos dirigentes no quieren ni acordarse del pobre "Pepe tres botellas", como le decían sus allegados. De la casa Beth Sarim y de los bunkers ni pío se dice en las atalayas; menos se dirá de las alucinaciones del buen J F Rutherford...
ResponderEliminarY los Cadillacs, Apá?...