(Traducción del libreto de John Power)
La Biblia no dice que Jerusalén fue destruída por Nabucodonosor en el año
607 antes de nuestra era (2)
En tiempos de Birks otros teólogos y escrutadores bíblicos barajaban la
fecha del 606 a.e.c. como el año de ascenso de Nabucodonosor al trono de
Babilonia. Los historiadores decían que tal ascenso había tenido lugar en el
605 a.e.c., siendo por tanto el año de la destrucción de Jerusalén el 587
a.e.c.
Teólogos del tiempo de Birks notaron que Jeremías dice que Nabucodonosor
destruyó Jerusalén en el año 19 de su reinado. Así, dado que esa destrucción
aconteció en el 587 a.e.c., lo que hicieron fue sumar 19 años al 587 y llegaron
a la fecha del 606 a.e.c. como año estimado del ascenso de Nabucodonosor. Por
supuesto, los teólogos calculistas se equivocaron, ya que no es lo mismo decir
‘el año 19 que 19 años’. El año 19 supone que han pasado 18 años. Por ello los
teólogos debieron haber sumado 18 años al 587 y así hubieran llegado a la fecha
correcta que daban los historiadores para el ascenso de Nabucodonosor, o sea,
el 605 a.e.c.
En el año 1844 otro teólogo, Edward B. Elliot, publicó el libro titulado
‘Horas con el Apocalipsis’. En él expone por vez primera que los siete tiempos
de Daniel, que equiparó a los 2.520 años inventados por Brown en 1823, duraban
del 606 a.e.c. a 1914. Por supuesto, se equivocó en un año de menos y el
cómputo de Elliot entre el 606 a.e.c. y 1914 es en realidad de 2.519 años.
Al principio de los años setenta del siglo XIX, Nelson H. Barbour llega
a Londres, se dirige a la Biblioteca pública y topa con el libro ‘Horas con el
Apocalipsis’ que había publicado Elliot en 1844. Como resultado de la lectura,
Barbour aceptó las fechas 606 a.e.c. y 1914, aunque él pensaba que la presencia
invisible de Jesucristo en el cielo acaecería en 1874 y el comienzo de su
reinado en 1878.
Barbour cambió el significado de la fecha 606 a.e.c. y, en lugar de aceptarla
como el año de ascenso de Nabucodonosor, predicó que el 606 a.e.c. fue el año
18 de Nabucodonosor, en que habría destruído Jerusalén y su Templo. Así, pues,
en contra de los historiadores, Barbour adelantó la subida al trono de
Nabucodonosor al 624 a.e.c.
Al mismo tiempo Barbour confundió los siete tiempos de Daniel con los
tiempos de los gentiles mencionados en el evangelio de Lucas. Para él ambos
tiempos eran la misma cosa y duraban 2.520 años, mientras que para sus
antecesores eran tiempos distintos, pues los tiempos de los gentiles comenzaban
a partir de la destrucción de Jerusalén por los romanos en el año 70.
Todas estas fechas y sus correspondientes doctrinas las publicó Barbour
en su revista ‘El heraldo de la Mañana’, un ejemplar de la cual llegó a manos
de Russell en enero de 1876. Russell se entrevistó con Barbour y aceptó cuanto
éste le dijo. Por tanto Russell aceptó, entre otras, la fecha del 606 a.e.c.
como la de la destrucción de Jerusalén; la del 536 a.e.c. como el año de la salida
del destierro de los judaítas; la de 1874 como el año de la presencia invisible
de Cristo en el cielo, y la de 1914 como el año del Armagedón o destrucción de
todos los reinos y gobiernos humanos. (Continúa en la parte 3).
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