La
tablilla o diario astronómico VAT 4956
La catalogada
científicamente como VAT 4956 es una tablilla cuneiforme que presenta en su
cabecera la inscripción de que fue redactada en el año 37 de Nabucodonosor.
Menciona este
diario veintiocho posiciones astronómicas relativas a la Luna y los cinco
planetas en ese tiempo conocidos (Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno,
aparte de la Tierra). Como en la mitad de estas posiciones aparece la Luna. No
así en la otra mitad.
Los astrónomos
estudiaron a fondo este diario,
tradujeron sus datos a nomenclatura moderna y los introdujeron en el
sofisticado programa informático que utilizan para calcular las posiciones
astronómicas y los eclipses en un lapso de 25.920 años, tiempo en el cual no se
repiten las posiciones astronómicas.
Los 25.920 años se
deben al movimiento de precesión de la Tierra. Aparte de los movimientos de
rotación sobre su eje, de traslación alrededor del Sol y otros, la Tierra tiene
un importante movimiento que es el de precesión de los equinoccios, que
consiste en el cabeceo del planeta sobre su eje, a modo de como lo hace un trompo.
La Tierra apunta
hoy a la estrella guía conocida como Polar. Cada 2.160 años el eje terrestre
apunta a una estrella guía diferente. Al cabo de 12 periodos de 2.160 años
habrán pasado 25.920 años y el eje de la Tierra volverá a apuntar a la estrella
Polar. En todo ese tiempo de 25.920 años no se repiten las posiciones
estelares.
Como desde los
tiempos de Nabucodonosor apenas han transcurrido 2.600 años, le fue sumamente
fácil al programa informático de los astrónomos calcular a qué año de nuestro
cómputo correspondió el 37 de Nabucodonosor.
Ese concreto año
fue el 568 a.e.c., año que hoy día constituye la fecha científica absoluta para
medir la corriente de la Historia.
Si el año 568
a.e.c. fue el 37 de Nabucodonosor, 37 años atrás llevan al 605 a.e.c. como año
de ascenso o de subida al trono de Nabucodonosor.
La fecha del 568
a.e.c. corrobora la exactitud de las fechas 539 y 609 a.e.c. En el 609 a.e.c.
comenzaron, tras la toma de Harrán, los 70 años gloriosos del imperio
neobabilónico, que culminaron en el 539 a.e.c.
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