domingo, 25 de marzo de 2018

Dos incongruencias en el relato bíblico


Dos incongruencias en el relato de la salida de Jesucristo de Jerusalén la supuesta noche de Pascua

 
    Dicen los evangelios que, después de la famosa cena, ya a altas horas de la noche, Jesucristo fue con sus apóstoles al huerto de los Olivos, que estaba fuera de las murallas de Jerusalén. Quiere decir que Jesucristo y sus apóstoles salieron de la ciudad.

    La pregunta es: ¿por dónde salieron? Porque resulta que todas las puertas de Jerusalén se cerraban en cuanto anochecía y estaban toda la noche custodiadas por los soldados romanos, que no permitían que nadie saliera de la ciudad de noche por temor a que se fraguase una rebelión. Incluso de día estaban pendientes de ello. El relato de la salida de Jerusalén en plena noche es una gran incongruencia.

    Solamente se podía entrar en la ciudad a muy primera hora de la noche y eso se hacía por la puerta llamada el ‘ojo de la aguja’. Por esta pequeña entrada el camello tenía que pasar de rodillas. Esta puerta también estaba vigilada y no se permitía la salida por ella. A quien le pillaba la noche en el camino sabía que no podía entrar en Jerusalén hasta la mañana siguiente, por lo que hacía noche en una posada o en una tienda de campaña.

    Es de advertir que, si la cena fue la de Pascua, la costumbre era que nadie salía de sus casas, y menos cuando la cena de Pascua duraba varias horas y ya no era hora de andarse fuera de la ciudad. Si nadie salía de su casa después de la cena, mucho menos saldría de la ciudad, y más estando las puertas cerradas y vigiladas. Por lo tanto no se entiende cómo Jesucristo y los suyos pudieron salir de la ciudad.

    Aunque había luna llena, la luz de ésta no sería suficiente para ver en el interior del huerto, donde es casi seguro que había árboles. El relato no dice que los apóstoles portaran antorchas para alumbrarse. Tampoco dice que llevaran mantas. Si hubieran llevado antorchas y mantas, eso sería un hecho extraordinario y al escritor del evangelio no se le hubiera pasado por alto mencionarlo. Hemos de admitir que no llevaban mantas ni antorchas.

    Tenemos en el relato bíblico otra incongruencia. Y es que los apóstoles se tiraron como dos horas durmiendo en el huerto, al fresco de la noche. La temperatura máxima de Jerusalén en las noches de abril es de 10 grados centígrados. Como el hecho habría acontecido entre finales de Marzo y primeros de Abril, es evidente que la temperatura era inferior a 10 grados. ¿Cómo pudieron soportar durante dos horas el frío de la noche al aire libre?

    Hay que tener en cuenta que el apóstol Pedro se acercó a calentarse a la hoguera que se había encendido en un patio. Eso supone que la temperatura nocturna era bastante más baja aún. ¿Cómo pudo Pedro soportar dos horas durmiendo al sereno de la noche en el huerto y en cambio se acercó a la hoguera del patio a calentarse porque no podía aguantar el frío de esa noche?

    Pero volvamos al huerto. Jesucristo fue dos veces a donde estaban dormidos los apóstoles y les echó en cara que ni siquiera una hora habían podido velar con él. Poco después llegó la chusma con antorchas y prendieron a Jesucristo. Los apóstoles huyeron despavoridos. Jesús fue conducido por los romanos al interior de la ciudad. Pero, ¿cómo o por dónde entraron en la ciudad los apóstoles, si las puertas estaban cerradas? ¿Entraron por el ojo de la aguja? A esas horas no estaba permitida la entrada por tal puerta. Y si hubieran entrado por ella, los hubieran arrestado porque ni siquiera venían con camello. La sospecha sería que habtían estado fuera de la ciudad tramando una sublevación.

    Dado que nadie podía salir de Jerusalén de noche y dado que nadie soportaría una temperatura inferior a 10 grados al raso de la noche, es evidente que este relato no fue escrito por un judío, y menos por un judío del siglo I. El escritor del evangelio desconocía por completo las costumbres de aquel tiempo en Jerusalén. Por tanto el relato, repleto de incongruencias, es bastante posterior al siglo I, tan posterior que ya se había olvidado cómo era la Jerusalén del siglo I.

    Con todo, la cena de Jesucristo con sus apóstoles no pudo ser la de la Pascua judía por la sencilla razón de que Jesucristo murió el 14 de Nisán a la hora nona, que era cuando comenzaban a sacrificarse los corderos para la cena de Pascua. De ahí la relación de Jesucristo como el cordero de Pascua y el cordero de Dios.

    En Exodo se lee que el cordero debía sacrificarse el 14 de Nisán entre las dos tardes. Y como el 14 de Nisán empezó en cuanto anocheció, es decir, al terminar el crepúsculo del día 13, es evidente que la tarde del 14 de Nisán venía después de la mañana. El éxodo dice claramente que el cordero había de matarse el día 14 por la tarde, no el día 13. Por tanto, la cena que Jesucristo celebró con los apóstoles no fue la de Pascua, sino una de despedida de los suyos.  Esa cena era obligatorio celebrarla en familia. Jesucristo habría celebrado la cena con su madre y hermanos solteros, no con discípulos que también estaban obligados a celebrar esa cena con sus respectivas familias. 

 

2 comentarios:

  1. No creo que existan incongruencias bíblicas, teniendo en cuenta que Jerusalén en el tiempo de la Pascua se desbordaba y podría triplicar de personas.
    Los historiadores cuentan que venían caravanas de grandes multitudes de personas a la fiesta para celebrarla.
    Se dice que muchos de los visitantes acampaban con sus familias fuera de la ciudad. Posiblemente la entrada y salida en la ciudad no estaba tan vigilada como un día normal.
    Por lo tanto, en aquellos días de fiesta podrían ser distintos a lo acostumbrados, ¿ dónde estaría la incongruencia de tener las puertas abiertas o cerradas en medio de tanta fiesta ?

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  2. en esos dias habia muchas peregrinaciones a Jerusalén, por lo tanto era común salir y entrar en esos días. si no fuese posible salir ya habria algun registro de tal echo,

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