jueves, 23 de noviembre de 2017

En el principio los dioses…


    En Génesis 1:1 se lee en todas las versiones y traducciones bíblicas: ‘En el principio Dios creó los cielos y la tierra’. La palabra ‘cielos’ aparece en plural en los manuscritos hebreos. Pero la palabra que se traduce por Dios también está en plural en los manuscritos hebreos. Ahí se lee ‘Elohim’, que literalmente significa ‘dioses’, en plural, no Dios, en singular. Si fuera singular aparecería la palabra Elohá.

    Los católicos  dicen que ese ‘Elohim’ es en realidad un plural mayestático, algo así como cuando un rey dice ‘Nos decimos’ y no ‘yo digo’. Sin embargo esta idea del plural mayestático se toma de los judíos de la antigüedad, que fueron los primeros en decir que la palabra plural ‘elohim’ de la Biblia es un plural mayestático y por lo tanto comenzaron a verter el vocablo como ‘Dios’, en singular, aunque en los escritos dice ‘dioses’. De otra manera el texto bíblico no estaría de acuerdo con la doctrina judía. Tampoco lo estaría con la católica y las diversas ramas del protestantismo, incluídos los testigos de Jehová, descendientes de los Estudiantes Internacionales de la Biblia y éstos de los adventistas.

    Todos los exegetas bíblicos imparciales están de acuerdo en afirmar que el texto de Génesis 1:1 debe traducirse correctamente como ‘En el principio los elohim…’ o ‘en el principio los dioses…’ Por esa razón el texto de Génesis 1:26 debería leerse correctamente así: ‘Y los elohim (o los dioses) dijeron: Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza… Y los elohim (o los dioses) procedieron a crear al hombre a su imagen, a la imagen de los elohim (o los dioses) los crearon. Macho y hembra los crearon’.

    Sin embargo en todas las biblias se lee que ‘Y Dios dijo: Hagamos al hombre…’ ¿Cómo puede ponerse la palabra Dios en singular mientras el verbo que denota la acción está en plural? Aquí la Iglesia vuelve a sacar a relucir el plural mayestático, invención de los judíos del tiempo del rey Josías.

    Si nos fijamos en el relato, se dice que los elohim crearon al hombre a su imagen y que macho y hembra los crearon. Es decir, los crearon macho y hembra porque los elohim o dioses eran machos y hembras. ¿De dónde procedían estos elohim? No lo sabemos. Sin embargo más adelante habla el Génesis de los ‘nefilim’, palabra que la directiva de los testigos de Jehová hace ver como ‘derribadores’, cuando los especialistas en el antiguo idioma hebreo defienden que la palabra ‘nefilim’ debe traducirse correctamente como ‘los que bajaron de las alturas’. ¿De qué alturas? Váyase a saber; pero lo cierto es que eran de carne y hueso y no hipotéticos seres espirituales que se materializaran. Creer esto es lo mismo que creer en las hadas. Y los hombres fueron hechos de carne y hueso porque los dioses que los crearon eran precisamente de carne y hueso. Machos y hembras.

    Si abrimos el pasaje de Salmos 82:6 nos topamos con la palabra hebrea ‘elohim’ y aquí la Iglesia y demás confesiones cristianas traducen literalmente como ‘dioses’ y no como ‘Dios’. La traducción, según los especialistas, es correcta. El texto dice: ‘Yo mismo he dicho: ustedes son dioses (elohim)’. Jesucristo citó de este texto cuando dijo ‘¿No está escrito en su ley: Yo dije: Ustedes son dioses? (Juan 10:34). Y Pablo escribe en 1 Corintios 8:5 que ‘aunque hay aquellos que son llamados dioses, sea en el cielo o en la tierra…’

    Todas las biblias vierten el término ‘elohim’, que es plural’, como ‘Dios’ y no como ‘dioses’, que sería lo correcto. Pero la traducción bíblica está supeditada a las doctrinas en boga y al texto se le hace decir lo que en realidad no dice. Y para defender esto se inventó el plural mayestático.