jueves, 16 de agosto de 2018

REPLANTEAMIENTOS DOCTRINALES (26)

 

(Traducción del libreto de John Power)

La Biblia no dice que al rey de Babilonia se le pidieron cuentas en el año 537 a.e.c.

    En Jeremías 25:12 se lee que, en cumpliéndose setenta años, se le pedirían cuantas al rey de Babilonia. El Cuerpo Gobernante enseña que los setenta años se refieren al destierro de los judaítas en Babilonia y que por tanto las cuentas se le pidieron al rey en el 537 a.e.c., cuando supuestamente salieron del cautiverio.

    Sin embargo en el 537 a.e.c. ya no existía el rey de Babilonia. Había dejado de existir en el 539 a.e.c., cuando Ciro conquistó Babilonia. Quiere decir que las cuentas se le pidieron al rey en el 539 a.e.c., ya que pedirle cuentas a un soberano significa que no va a reinar más. Entonces los setenta años se cumplieron en el 539 a.e.c.

    Este lapso de setenta años no se refiere al tiempo que pasaron cautivos los judaítas, sino al tiempo que Babilonia duró como imperio absoluto tras terminar de conquistar Asiria, lo cual aconteció en el 609 a.e.c. con la toma de la ciudad de Harrán.

    El versículo anterior, el 11, dice que todas las naciones habrían de servir al rey de Babilonia durante setenta años. No dice el versículo que los judaítas habían de estar setenta años desterrados, que es lo que enseña el Cuerpo Gobernante. Jeremías se refiere a todas las naciones que antes estaban bajo el dominio de Asiria y ahora lo estaban bajo el de Babilonia. Jeremías habla de servidumbre, no de destierro. Y la nación de Judá, que antes servía al rey de Asiria mediante pagarle el tributo correspondiente, ahora, al conquistar Babilonia a Asiria, estaría bajo el dominio de Babilonia. Por tanto la nación de Judá tendría que pagar el tributo a Babilonia y acatar las leyes de los conquistadores.

    Puesto que los reyes de Judá se rebelaron contra Babilonia, por esa razón Nabucodonosor se llevó al destierro a los habitantes de Jerusalén, primero en el año 7-8 de su reinado, después en el 18-19, en que arrasó Jerusalén, y posteriormente en el año 23. Si Judá se hubiera sujetado a Babilonia tal como lo hacían otras naciones, está claro que Nabucodonosor no hubiera arrasado la ciudad y el templo y no hubiera llevado a nadie al destierro.

    Dado que los 70 años no concluyeron en el 537 a.e.c., sino en el 539 a.e.c. -y se refieren a la duración del imperio babilonio tras la toma de Harrán-, no es posible llegar al 607 a.e.c. como el año del arrasamiento de Jerusalén. Y sin la fecha del 607, no es posible alcanzar la de 1914.

 

jueves, 2 de agosto de 2018

REPLANTEAMIENTOS DOCTRINALES (25)

 

(Traducción del libreto de John Power)

 

De la Biblia se deduce que el año de la

destrucción de Jerusalén fue el 587 a.e.c.

 

    El nuevo templo de Jerusalén tras el destierro fue inaugurado en el año sexto de Darío. El libro ‘Toda Escritura’ indica, de acuerdo con los historiadores, que ese año correspondió al 515 a.e.c.

    En el libro de Zacarías, capítulo 7 leemos que en el año cuarto de Darío, es decir, en el 5l7 a.e.c, los de Jerusalén llevaban muchos años ayunando en el quinto mes. Ese quinto mes, según Jeremías, fue el de la destrucción del Templo. Por tanto los judíos ayunaban todos los años en el mes quinto debido a que su Templo en Jerusalén había sido destruído.

    En el mismo capítulo 7 de Zacarías se lee que llevaban ayunando setenta años. Si el año cuarto de Darío correspondió al 517 a.e.c. y los judíos llevaban ayunando 70 años por la destrucción del Templo, 70 años atrás llevan al 587 a.e.c. como el año en que fue destruido el Templo, así como la ciudad, por los babilonios.

    Es lo que dice el relato bíblico en el libro de Zacarías. Pero el Cuerpo Gobernante aduce que lo que realmente sucedió en el año 517 a.e.c. o año cuarto de Darío fue que los judíos estaban recordando lo que les había sucedido 20 años atrás. Es decir, que 20 años atrás o en el 537 salían del destierro y lloraban porque el Templo llevaba destruido 70 años, por lo que con esta interpretación extrabíblica el Cuerpo Gobernante llega al 607 a.e.c. como el año de la destrucción de Jerusalén y su Templo.

    La Biblia no indica eso. Por la misma regla de tres, si en el año 517 a.e.c. los judíos estaban recordando lo que les había sucedido en el 537 a.e.c., en el año 515 a.e.c., que fue cuando se reinauguró el nuevo Templo, los judíos habrían estado recordando lo que les había sucedido 20 años atrás, o sea, en el 535 a.e.c. Pero en ese último año no fue inaugurado el Templo.

    El relato de Zacarías 7 es explícito y dice que en el año cuarto de Darío, que es el 517 a.e.c., los judíos llevaban 70 años ayunando en el mes quinto por la destrucción del Templo. Y 70 años atrás llevan al 587 a.e.c., fecha real de la destrucción del templo y la ciudad de Jerusalén.