lunes, 29 de junio de 2020

Los tiempos de los gentiles


    Al objeto de cerciorarnos de lo que exactamente son los tiempos de los gentiles, nos obligamos a consultar con tres superintendentes y seis ancianos. Tres de los ancianos, menores de 30 años, no saben lo que son los tiempos de los gentiles y lo que significan. Adujeron que mirarían en las publicaciones porque en ese momento no sabían. Los otros tres ancianos y los superintendentes conocen los tiempos de los gentiles como tiempos de las naciones. Los ancianos, de más de 60 años, dieron versiones distintas de lo que significaban los tiempos de los gentiles y se excusaron diciendo que ese tema no lo tenían dominado, pues era más importante orientarse hacia la predicación diaria.
    Los tres superintendentes coincidieron en afirmar que los tiempos de los gentiles duran 2.520 años, que van del 607 a.e.c. hasta 1914, y que durante ese lapso dominarían la escena mundial las naciones. Al cabo de los 2.520 años el reino de Dios gobernaría sobre la Tierra, ya que fue en la Tierra donde se suprimió el reino davídico en el que los reyes se sentaban en el trono de Jehová. Por tanto el restablecimiento del reino de Dios tendría lugar en la Tierra y eso ocurriría en 1914, por lo que las naciones no gobernarían el planeta.
    Ahora bien, los 2.520 años de los gentiles o las naciones se dice que concluyeron en 1914; pero el reino de Dios no ha sido restablecido o establecido en la Tierra. Los gentiles continúan gobernando el planeta y han pasado más de cien años desde 1914. Eso significaría que los tiempos de los gentiles, de ser el caso, durarían más de 2.520 años.
    Russell predicaba que en 1914 se terminaban los tiempos de los gentiles y el reino de Dios y su paraíso serían establecidos en la Tierra. Pero eso no ocurrió y Russell trasladó el año 1914 a 1915, aunque tampoco fue establecido el reino de Dios en la Tierra. Después se impuso como doctrina que el reino de Dios sería establecido en el cielo. Pero la realidad es que se esperaba que al cabo de 2.520 años el reino de Dios gobernaría en la Tierra. Y la evidencia histórica señala que esto no fue así. Hemos de destacar que los tres superintendentes estaban de acuerdo en afirmar que el reino de Dios se restablecería en la Tierra, y no en el cielo, en 1914.
    Uno de los superintendentes después rectificó y dijo que ‘como el reino de Dios no se estableció en la tierra en 1914, era evidente que ese reino se había establecido en el cielo en ese año’. Sin embargo la Biblia dice que Jehová es rey en los cielos desde siempre y por lo tanto el reino de Dios siempre ha existido en el cielo. No había que esperar a 1914 para que el Reino se estableciera en el cielo, porque el Reino ya existía en el cielo. El Reino, pues, se establecería en la Tierra, que es donde los reyes de Judá ocupaban el trono de Jehová. Eso es lo que significan los 2.520 años. Significan que los gentiles gobernarían hasta que al cabo de los 2.520 años el reino de Dios ocuparía la Tierra y los gentiles ya no tendrían razón de ser. Pero la verdad es que los gentiles siguen gobernando y por tanto los 2.520 años son una doctrina extraña, injertada a machamartillo. ¿De dónde vienen los 2.520 años?
    A los testigos de Jehová se les hace creer que los 2.520 años vienen en la Biblia y se refieren a los siete tiempos del profeta Daniel. Pero la realidad es que la Biblia no dice que desde la caída de Jerusalén hasta 1914 habrían de pasar 2.520 años. No lo dice por ninguna parte, a pesar de la expresión ‘un día por un año’, que ya los judíos de la Edad Media tenían como regla para medir los tiempos, basados en la pseudociencia ocultista y no en la Biblia.
    Los 2.520 años fueron inventados por el escrutador bíblico John Aquila Brown en 1823. Hasta su tiempo se especulaba que los siete tiempos de Daniel duraban por lo general 1.260 años, aunque existían otras mediciones. Brown lo que hizo fue duplicar los 1.260 años. En su libro ‘El atardecer’ aparece la explicación de cómo fue que duplicó los 1.260 años.
    Brown creía firmemente, como muchos otros especuladores, que los siete tiempos de Daniel eran siete años de 360 días (7 x 360 = 2.520 días). A esos días le aplicó la máxima judaica que hablaba de contar un año por cada día, creyendo que la Biblia se  refería a que había que contar un  año por cada día, cuando el caso es que tal cosa fue un castigo divino para los israelitas y no una regla de medir.
    Así que Brown elevó los 2.520 supuestos días de los siete tiempos de Daniel a 2.520 años. Pero no se dio cuenta de que los 7 tiempos se consideraban años de 360 días y Brown inadvertidamente los elevó a años de 365,25 días. Por esa razón fijó su duración entre el año 604 a.e.c. (que era y sigue siendo el año primero del reinado de Nabucodonosor) hasta 1917, en que en su opinión ‘brillaría la gloria de Israel’.
    Casualmente en diciembre de 1917 los ingleses conquistaron Jerusalén a los turcos y la sugerencia de Brown fue tomada como un profecía por otros especuladores bíblicos. A partir de entonces se aceptó erróneamente que los 2.520 años era el tiempo en que los gentiles gobernarían sobre la Tierra.
    En 1844 el escrutador bíblico Edward Bishop Elliot publica su libro ‘Horas del Apocalipsis’ y en él establece que los 2.520 años duran del 606 a.e.c. hasta 1914. Esto fue lo que aceptó Russell del adventista Nelson Horatio Barbour y Russell predicó la fecha de 1914 como final del tiempo de los gentiles y establecimiento del reino de Dios y el paraíso en la Tierra, lo cual no aconteció. Lo que vino fue la guerra mundial, pero no el reino de Dios, como Russell predicaba. Es de notar que  Elliot  se equivocó en un año de menos, pues, si los 2.520 años comenzaban en el 606 a.e.c., deberían terminar en 1915. De hecho Russell atrasó a 1915 la llegada del reino de Dios a la Tierra. Después Russell cayó en la cuenta de que inadvertidamente se había dejado embaucar por Barbour; pero ya era tarde para deshacerse de la fechas 1914 o 1915, pues se trataba de la base doctrinal que había dejado en herencia a los Estudiantes de la Biblia, el 27% de los cuales tomó el nombre de testigos de Jehová en 1931.
    En 1943 la Watchtower adelantó un año el 606 a.e.c. y lo fijó en el 607 a.e.c. para no tocar la fecha de 1914 en que había empezado la guerra mundial que se pensaba que cumplía profecía bíblica, aunque la Biblia no dice que en 1914 habría una guerra mundial y que Jesucristo sería hecho rey en el cielo. Se trata de especulación mental de personas del siglo XIX que practicaban el ocultismo.
    Para el cálculo de los 2.520 años se parte ahora de la fecha 607 a.e.c. (hasta 1943 era el 606 a.e.c.) debido a que los testigos de Jehová creen infundadamente que Jerusalén estuvo desolada durante 70 años después de que Nabucodonosor la arrasara en el año 18 de su reinado. Y como también creen que los judaítas salieron del destierro en el 537 a.e.c., 70 años atrás les llevan al 607 a.e.c. como año de la destrucción de Jerusalén. Pero la Biblia no dice que Jerusalén estaría desolada por 70 años ni que los judaítas estarían 70 años en el destierro después de que Nabucodonosor la destruyera en el año 18 de su reinado.
    Los 70 años se refieren a la duración del imperio babilonio después de haber conquistado Asiria. Los 70 años son de Babilonia, no de los desterrados. Pero los testigos de Jehová se aferran a los 70 años de destierro como el náufrago a una tabla de salvación y ahí fundamentan sus doctrinas, aparte de basarlas en lo que el adventista Barbour le transmitió erróneamente a Russell, quien no investigó si eso que le transmitía Barbour era verdad o no. De Russell pasó la enseñanza a los Estudiantes de la Biblia y de estos a los testigos de Jehová.
    En la actualidad hay muchos superintendentes y ancianos que no creen en los 2.520 años ni en la fecha de 1914; pero siguen ahí porque no tienen a dónde ir. Se supone que el Cuerpo Gobernante está al tanto de esto y hace la vista gorda.
   Los 2.520 años y la fecha de 1914 son herencia de escrutadores bíblicos  que en el siglo XIX practicaban la numerología, que es una parte del esoterismo u ocultismo acérrimo. Y en esos 2.520 años y en la fecha de 1914 basan su doctrina escatológica los testigos de Jehová. De ahí que no venga el fin que predican, pues la Biblia ni da fechas ni da tiempos.