sábado, 13 de mayo de 2017

Mi testimonio (1)


Anexo del libro 'La verdad de los años 607-537 a.C. y 1914'
 
 
Mi testimonio (1)


    Cuando estudiaba ’textos bíblicos’ con los testigos de Jehová, tenía muchas preguntas que hacer. Eran preguntas complicadas y el anciano que me daba estudio me presentó al superintendente de circuito para que él respondiera a las preguntas que el anciano no sabía contestar. Me extrañaba que un anciano desconociera muchas de las respuestas a mis preguntas. Una de aquellas preguntas fue: ‘¿Por qué los testigos de Jehová dicen que Jerusalén fue destruída por Nabucodonosor en el año 607 antes de nuestra era, cuando los historiadores dicen que fue en el 587 a.C.?’

    Aún recuerdo la respuesta casi textual del superintendente: ‘Nosotros nos basamos en la Biblia. Los historiadores, no. Y la Biblia dice que los judíos estuvieron setenta años en el destierro desde el arrasamiento de Jerusalén. Como los judíos salieron del destierro en el año primero de Ciro, es decir, en el 537, setenta años atrás llevan al 607 a.e.c.’ Y me mostró el texto de Jeremías 29:10 donde se lee que ‘conforme se cumplan setenta años en Babilonia, yo me acordaré de ustedes y los traeré de vuelta’. No obstante le pregunté que de dónde salía la fecha del 537 a.e.c.

    Me dijo que los historiadores habían demostrado que Babilonia cayó en octubre del 539 a.e.c. y que por tanto, el año de ascenso de Ciro iba de octubre del 539 a octubre del 538 a.e.c., año este último en que comenzaba el primero de reinado de Ciro. Como Ciro dio la orden de liberación de los cautivos en el año primero de su reinado, el que iba de octubre del 538 a octubre del 537 a.e.c., y los judíos salieron del destierro en el año primero del reinado de Ciro, ese año fue el 537 a.e.c., que comenzaba con la primavera, saliendo los judíos del destierro evidentemente con el buen tiempo de mediados o finales de abril. Quedé convencido de que Jerusalén había caído en el 607 a.e.c. y de que los judíos fueron liberados en el 537 a.e.c. y a partir de entonces defendí esas fechas como ciertas.

    Años más tarde, una persona interesada en conocer la Biblia y que tenía conmigo un estudio bíblico más o menos regular, me hizo la misma pregunta que yo le había hecho al superintendente: que cómo los testigos de Jehová dicen que Jerusalén cayó en el 607 a.C. mientras que los historiadores afirman que fue en el 587 a.C. Le mostré el texto de Jeremías 29:10, donde se entendía que los judíos estarían setenta años en el destierro antes de regresar a su tierra y que, como salieron de Babilonia en el 537 a.e.c., setenta años atrás llevaban al 607 a.e.c. como año de la destrucción de Jerusalén y el consiguiente cautiverio.

    Ante esa respuesta, me preguntó que desde cuándo conocían los testigos de Jehová las fechas del 607 y del 537 a.C. Le respondí que desde siempre, desde los tiempos de Russell, el fundador de los Estudiantes de la Biblia. Me respondió que no era así, ya que él había leído en la literatura de los Testigos que ambas fechas fueron establecidas en el año 1943. Extrañado, le pregunté por esa literatura y no supo decirme exactamente. Así que me entrevisté con el anciano de más edad de la congregación para indagar sobre el asunto y me dijo que, efectivamente, las fechas del 607 y 537 a.e.c. fueron establecidas en 1943 debido a la corrección de los 2.520 años.

    Eso apareció en el libro ‘La verdad os libertará’, de la Watch Tower. Hasta entonces se predicaban las fechas del 606 y 536 a.e.c. y, como entre ambas había 2.519 años, el presidente de la Watch Tower adelantó un año ambas fechas para que cuadraran los 2.520 años de los tiempos de las naciones o de los gentiles. Aquello me resultó sorprendente, pues no recordaba haber leído nada sobre el tema en la literatura de los Testigos. Ello y el hecho de poder demostrar a mi estudio bíblico que los historiadores estaban equivocados en las fechas que daban, motivó que me pusiera a investigar profundamente.

    Hasta entonces no se me había ocurrido pensar en cómo los historiadores llegaron a la fecha del 587 a.e.c. para la destrucción de Jerusalén por Nabucodonosor. Y para poder responder acertadamente a mi estudio no tenía más remedio que saber cómo procedieron los historiadores para llegar a la mencionada fecha. Los historiadores partían del año 605 a.e.c. como el del ascenso al trono de Nabucodonosor. Y como la Biblia dice que fue contra Jerusalén en el año 18 ó 19 de su reinado, ese cómputo lleva al 587 a.e.c. como año de tal destrucción. Pero en ese caso los judíos no habrían estado 70 años en el destierro. Por otro lado, los testigos aseguraban que Nabucodonosor había ascendido en el 625 a.e.c. y su año 18 fue, por tanto, el 607 a.e.c. Se me hacía obligado, pues, investigar fríamente la razón por la que los historiadores aseguraban que Nabucodonosor había ascendido en el 605 a.e.c., más que nada para rebatir los argumentos de la persona que estudiaba conmigo.  

    Me puse a investigar seriamente. Visité varias bibliotecas y me empapé de lo que decían las enciclopedias. Como ya esperaba, todas las enciclopedias exponían que Nabucodonosor había subido en el 605 a.C. y su año 18 de reinado, cuando destruyó Jerusalén, fue el 587 a.C. Todas las enciclopedias decían lo mismo. Ninguna hablaba del 607 a.C. como año de aquella destrucción. Ninguna mencionaba que Nabucodonosor había subido al trono en el 625 a.C. Me propuse firmemente saber por qué los historiadores defendían las fechas del 605 y del 587 a.e.c. y no las del 625 y 607 antes de la era cristiana. (Continúa en la parte 2).

 

1 comentario:

  1. Hola,
    Perdona que no sea eficaz en mi modo y forma de comentar, pues no comwnto nunca en blogs.
    El autor de esta experiencia me ha llegado especialmente. ¿es Jhon Walter?
    Quisiera contactar con él de algún modo
    Mi email es cenutrio1515@gmail.com

    Un abrazo

    ResponderEliminar