domingo, 14 de mayo de 2017

Mi testimonio (2)


Anexo del libro 'La verdad de los años 607-537 a.e.c. y 1914'
 
Mi testimonio (2)


    Me entrevisté con varios catedráticos de Historia y todos me decían lo mismo. Uno de ellos, practicante del judaísmo, conociendo mi relación con los Testigos, afirmó que los testigos de Jehová estaban equivocados en las fechas. Le pregunté por qué, si la Biblia dice que los judíos estuvieron 70 años en el destierro y salieron de él en el 537 a.e.c., dando por tanto que 70 años atrás llevaban al 607 a.e.c. como año de la caída de Jerusalén. Me dijo que la Biblia no decía que los judíos hubieran estado desterrados 70 años después de la caída de Jerusalén. Eso me sorprendió y me alarmó, así que le mostré el texto de Jeremías 29:10. Como me viera algo excitado, intentó tranquilizarme y me dijo que me explicaría detenidamente lo que el texto realmente significaba, pues había algo que yo evidentemente desconocía. No quise dejar que me explicara nada, pensando que escucharle equivaldría a apostatar de los Testigos, y por ende, de la que entendía que era la verdad.  

    Profundicé más en la investigación y lo primero que se me ocurrió fue empezar por el principio, es decir, por qué los historiadores dicen que Babilonia había caído ante Ciro en el 539 a.C. Pudiera ser que los historiadores se hubieran equivocado. Tras mucho indagar descubrí que los historiadores, creyendo basarse en los escritos de Tolomeo, habían dado antes la fecha del 536 a.C. para la caída de Babilonia y la del 606 a.e.c. para la conquista definitiva de Asiria, cuando los babilonios tomaron la ciudad de Harrán, que fue la última en caer. Pero en los primeros años del siglo XIX los historiadores descubrieron que esas fechas estaban equivocadas y las corrigieron.

    Para corregir las fechas se basaron en la cronología de Egipto. Esa cronología, según los historiadores, presenta unas fechas que son exactas o imposibles de resultar erróneas en cuanto a los acontecimientos históricos. Una de ellas fue el año 610 a.C., en que subió al trono de Egipto Necao II, hijo de Psamético I. A este Necao la Biblia lo llama Nekó. En el año primero de su reinado, es decir, a partir de la primavera del 609 a.C., que es cuando empezaba el año, Necao acudió en ayuda de los asirios que se habían atrincherado en Harrán. Dado que la fecha del 610 a.C. era exacta, los historiadores llegaron a la conclusión de que la del 609 a.C. en que tuvo lugar la toma de Harrán también era fecha exacta. Y como el imperio babilonio duró 70 años después de la conquista de Harrán, los historiadores aplicaron 70 años al 609 y así llegaron al 539 a.C. como año de la caída de Babilonia.

    Eso me sorprendió, pues los Testigos afirman que Harrán fue tomada por los babilonios en el 629 a.e.c. y que el imperio babilonio no duró 70 años tras esa toma, sino que duró 90 años, del 629 al 539 a.e.c. El caso es que todos los historiadores estaban de acuerdo en aseverar que el imperio babilonio tras la conquista de Harrán había durado 70 años y que fue gracias a ese dato que se llegó al 539 a.C. como año de la caída de Babilonia. Si realmente el imperio babilonio hubiera durado 90 años tras la toma de Harrán, los historiadores hubieran dado la fecha del 519 a.C. para la caída de Babilonia. Pero dieron como año de ese acontecimiento el del 539 a.C.

    Los historiadores corroboran el año 539 a.C. por los listados de Beroso y Tolomeo, de los cuales el Cuerpo Gobernante de los testigos de Jehová dice que no son correctos y que a ambos se les olvidó insertar 20 años más de reinado de los monarcas babilonios. Sin embargo los historiadores presentan, además de los listados de Beroso y Tolomeo, la lista de los reyes en Uruk, que es más extensa que aquéllos, y la estela de Adad Guppi, que fue la madre del rey Nabonido. Tanto de esta estela como de la lista de los reyes en Uruk guardaba silencio el Cuerpo Gobernante, lo cual me intrigó, y ello a pesar de que la lista de los reyes en Uruk fue descubierta a mediados del siglo XX.   

    Cotejé las copias de todas esas listas en los libros históricos y todas coincidían en mencionar que: Nabucodonosor reinó 43 años; su hijo Evil Merodac, 2 años; Neriglisar, 4 años; Labashi Marduk, unos pocos meses (cero años porque el rey murió en su año de ascenso), y Nabonido, 17 años. En total reinaron 66 años y los historiadores aplicaron esos años al 605 a.e.c., en que había empezado a reinar Nabucodonosor. Del 605 al 539 a.e.c. van justamente 66 años. Si esos 66 años se aplican al año 629 a.e.c., se llega al 559 a.e.c. como año de la caída de Babilonía, lo cual no es correcto.

    Ya este dato de los 66 años de reinado transcurridos entre Nabucodonosor y Nabonido me dio seguridad de que los historiadores estaban en lo correcto. Además estaban las decenas de miles de tablillas cuneiformes descubiertas en Babilonia, las cuales, ordenadas según los listados, no dejaban intercalar más años entre los reyes citados. Por otro lado, el historiador Josefo detalla ese mismo listado de reyes y sus tiempos de reinado en su obra ‘Contra Apión’, que fue la última que escribió y no tuvo interpoladores.

 

 

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