Otras evidencias
Por la cronología independiente del antiguo
Egipto se sabe positivamente que Necao II -el Nekó del que habla la Biblia-
subió al trono en el año 610 a.e.c. y gobernó durante 15 años, hasta el 595
a.e.c.
Necao II sucedió a su padre Psamético I,
que reinó durante 54 años, desde el 664 hasta el 610 a.e.c. Le sucedió a Necao
II su hijo Psamético II, que reinó durante 6 años, del 595 al 589 a.e.c.,
siendo este monarca sucedido en el trono por Apries (Hofa), que reinó durante
19 años, del 589 al 570 a.e.c. El reino continuó con Amasis, activo en el trono
de Egipto durante 44 años, del 570 al 526 a.e.c.
La destrucción de Jerusalén en el año 18-19
de Nabucodonosor, es decir, en el 587 a.e.c., coincidió con el reinado en
Egipto de Apries (Hofa), como se comprueba inequívocamente por la Historia. Y
la caída de Babilonia a manos de Ciro en el 539 a.e.c. tuvo lugar cuando en
Egipto reinaba Amasis.
No hablamos de las innumerables evidencias
suministradas por diversas tablillas que hacen referencia a eclipses lunares ni
sacamos a colación las tablillas de Saturno y otras que son complicadas de
asimilar y que llenarían casi innecesariamente este opúsculo.
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