El evangelio de Marcos terminaba con la
puesta de Jesucristo en la tumba. Marcos 15: 46 dice: …’Lo envolvió en el lino
fino y lo puso en una tumba que estaba labrada en una masa rocosa’. Con el
tiempo se añadió el capítulo 16, sobre la resurrección, y más adelante una
conclusión corta al versículo 8. Posteriormente se añadió una conclusión larga,
formada por los versículos 9 al 20.
El evangelio de Mateo terminaba en su
principio con Mateo 27:59 y 60, que dice: ‘José tomó el cuerpo, lo
envolvió en un lino limpio y fino, y lo puso en su nueva tumba conmemorativa,
que había labrado en la masa rocosa’. Se evidencia que posteriormente se le
añadió el capítulo 28, sobre la resurrección de Jesús.
El texto final sería el de Lucas 23:52 y 53,
que dice: ’Este fue a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. Y lo bajó y lo
envolvió en lino fino y lo puso en una tumba cortada en la roca’. Más adelante
se le añadió el capítulo 24, que habla de la resurrección.
Juan concluiría en su principio en el
capítulo 19, versículos 41 y 42, que dice: ‘Había un huerto …y en el huerto una
tumba conmemorativa nueva... Allí, pues, a causa de la preparación de los
judíos, pusieron a Jesús’. Los capítulos 20 y 21, sobre la resurrección y
apariciones, se añadirían más tarde.
El capítulo 21 de Juan es esotérico y habla
de 153 peces. El 153 era un número mágico en la antigüedad. Suman 9 sus cifras
y el 153 es la suma de los 17 primeros números. El 17 era mágico por ser la
suma del 8 (dios sol) más el 9 (diosa luna).
Tenemos, pues, que los cuatro evangelios
terminaban con la puesta en la tumba de Jesucristo y posteriormente se le
añadieron los capítulos de la resurrección de Cristo.
Y, por supuesto, los cuatro evangelios
comenzaban con la predicación del Bautista en el desierto, antes de las
añadiduras del nacimiento de Jesucristo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario