lunes, 30 de diciembre de 2019

El nombre del Dios de la Biblia



    Allá por la Edad Media un fraile de no mucha sesera le dio nombre al dios de la Biblia y lo llamó ‘Jehová’ y ‘Jehoví’. El nombre ‘Jehoví’ salió de aplicar las vocales de la palabra ‘elohim’ (dios) al Tetragramaton YHWH, aunque después la Y fue cambiada a J. Finalmente el nombre quedó en ‘Jehová’, al aplicarle una ‘a’ de ‘adonaí’ (señor). Naturalmente, el sumo sacerdote judío no pronunciaba como ‘Jehová’ el nombre del Dios bíblico.

    A principios del siglo XX otros frailes de no más intelectualidad que el de la Edad Media dijeron que el nombre de Dios era ‘Yahweh’ y no ‘Jehová’. Se basaron en que en los Salmos aparece la palabra ‘Yah’ ó ‘Jah’ aplicada al nombre de Dios y se entendía que ‘Yah’ era la primera parte del nombre. No obstante tomaron la segunda parte como ‘weh’ al creer que la ‘w’ era en realidad una ‘u’. De todas maneras la ‘h’ (que en griego es la vocal ‘eta’) no se pronunciaba. Sin embargo ‘w’ no es ‘u’.

    Al traducir las Escrituras hebreas al griego (Septuaginta), se usó el Tetragramaton YHWH. Estas letras son consonantes en el idioma castellano, pero no en el griego. En griego las cuatro letras son vocales. Aparentemente serían IEUE o IAEUE. De la segunda acepción se tomó el nombre ‘Yahweh’. Pero resulta que la ‘w’ no es una ‘u’ ni una uve doble.

    La letra griega ‘w’ es la minúscula de ‘omega’ y se pronunciaba ‘o’ en el antiguo idioma griego, a pesar de que hay doctos que afirman que la ‘w’ no existía. Por tanto lo más correcto sería pronunciar  ‘Yahoh’. ‘Yah’ es la primera mitad del nombre, según el libro de Salmos. ‘Oh’ sería la segunda parte de ese nombre, y no ‘ue’ ó ‘weh’.

    Eusebio de Cesarea escribe que padres de la Iglesia pronunciaban como ‘IAO’ (YAHOH) el nombre de Dios. Eso parece ser lo correcto, ya que el nombre encerraba lo masculino y lo femenino.

    En la remota antigüedad se veneraba a un ‘dios padre’ y a una ‘diosa madre’. No se concebía la existencia del mundo sin un dios padre y una diosa madre. El judaísmo suprimió a la diosa madre y por tanto el dios padre hacía las funciones de diosa madre. De ahí que el nombre que se le dio al Dios de la Biblia fuera uno basado en los símbolos ‘IO’, que representaban el miembro viril y la vagina, respectivamente. Dado que esto sería escandaloso para el pueblo, el nombre no se pronunciaba y ese pronunciamiento quedó en exclusiva para el sumo sacerdote, aunque los sacerdotes conocían la pronunciación.

    El tetragramaton griego YHWH representa correctamente la pronunciación del nombre del Dios de Israel (YAH-OH) y esto no supieron apreciarlo los frailes que impusieron arbitrariamente los nombres ‘Jehovah’ y ‘Yahweh’, a pesar de que tan a la vista estaba en el tetragramaton griego.

    Estos frailes evidentemente no leyeron a Eusebio de Cesarea, que ya ponía en boca de los padres eclesiásticos la pronunciación ‘IAO’. Eusebio, que era inteligentísimo, observó que la mitad del nombre aparecía en los Salmos (YAH) y que la ‘w’ era en realidad una ‘o’ (OH) y no una ‘u’ o una uve doble, por lo que el nombre se pronunciaba ‘YAHOH’, que suena como ‘IAO’.


1 comentario:

  1. Efectivamente no sabemos la pronunciación real de YHWH. Y lo que usted dice tiene razón, las vocales se pusieron después. Como usted debería de saber tampoco conocemos exactamente la pronunciación de Jesus. Algunos doctos dicen que a lo mejor era Yoshua. Pero no hay constancia segura de la pronunciación exacta en Judea del nombre del hijo de Dios. Sin embargo eso no nos importa, porque en nuestra lengua hemos asumido que Jesus es el nombre del Cristo. ¿Y como se pronuncian otros nombres bíblicos en diferentes idiomas? Mateo, Juan, Abigail, Maria son diferentes en otros idiomas, y se usan. Al igual que los nombres de lugares que de un idioma a otro cambian pero se refieren al mismo sitio geográfico.
    Lo importante es usar el nombre de Dios, y Jehová (o si prefiere Yavé) identifica sin error posible al Dios Todopoderoso que se menciona en las Escrituras.
    Cuando conocemos a alguien lo primero que decimos es nuestro nombre, y preguntamos el de la otra persona; ¿por que? Porque nos familiariza con esa persona y rompemos barreras.
    No hay mas que un Dios, pero la gente tiene muchos dioses, en la Biblia se habla de muchos dioses...pero Jehová es único y usar su nombre (aunque no se sepa su pronunciación exacta) es mejor que no usar ninguno o un impersonal

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