V
En 1927 Rutherford publicó en la revista
Watchtower del 15 de Febrero que el llamado ‘esclavo fiel y discreto’ era, no
Russell, como hasta entonces habían creído los Estudiantes de la Biblia, sino
el resto de los 144.000 ungidos que aún estaban vivos. Igualmente publicó en
esa revista que Jesucristo había inspeccionado a su esclavo fiel y discreto en
1918 y que en 1919 le había nombrado como administrador de todos sus bienes
terrestres. En ese tiempo absolutamente todos los Estudiantes de la Biblia se
consideraban ungidos y esperaban ir al cielo al morir.
En la actualidad cada vez más pastores de
los testigos de Jehová no entienden cómo pudo Cristo nombrar a nadie como su
esclavo fiel si tal esclavo no estaba en aquel tiempo predicando la verdad y
declaraba que el reino de Dios se había establecido en 1874, que tenía por
símbolo la cruz y que celebraba cumpleaños y navidades. Además el supuesto
nombramiento se dio a los Estudiantes de la Biblia y no a los testigos de
Jehová, que no llegaron a existir hasta 1931.
Esta información retrospectiva dada en 1927
con respecto a las fechas 1918 y 1919 no agradó a la mayoría de los adeptos,
que se preguntaban que cómo, si ellos eran realmente el esclavo fiel y
discreto, no se habían enterado de la inspección de Jesucristo en 1918 ni del
nombramiento sobre los bienes terrestres del mismo en 1919. De ahí que en 1927 terminara
de abandonar el movimiento más del 70% de los Estudiantes de la Biblia. Los
datos que muestran tal abandono están sacados de los anuarios de la Watch Tower
de 1926 y 1928.
El anuario de 1926, que corresponde al año
1925, indica que los participantes del pan y el vino en la Conmemoración de la
muerte del Señor en 1925 fueron 89.278 personas. Sin embargo el anuario de
1928, que corresponde al año 1927, da fe de que los participantes solamente fueron
23.988. Ello indica una disminución de casi el 73% de los Estudiantes de la
Biblia. Es de suponer que un 1% habría muerto, lo que evidencia que más del 70%
habría abandonado la organización, indudablemente debido en gran parte a las
irrazonables declaraciones de Rutherford en la revista Watchtower del 15 de
Febrero de 1927. La Watch Tower jamás informó de lo sucedido; pero muchos de
los que en aquellos días pastoreaban las congregaciones de los Estudiantes de
la Biblia informaron de viva voz de este insólito caso.
Llegado el año 1929, Rutherford retiró de
la circulación los tomos rusellitas de Estudios en las Escrituras y en su lugar
ofreció los de su propia pluma. Estos libros fueron conocidos como la
‘colección arco iris’, por los diferentes vivos colores de las tapas. En
aquellos días no había un cuerpo gobernante que se encargara de escribir la
literatura, sino que era el propio presidente de la Watchtower el que escribía,
auxiliado por algún ayudante. Rutherford comenzó a contar como ayudante a
Fréderick W. Franz, que posteriormente, durante la época de Knorr, el sucesor
de Rutherford, se encargaría de escribir todos los libros y gran parte de las
revistas.
A pesar de que hacía cuatro años se había
dejado atrás el famoso 1925, en que se suponía que habían de resucitar los
patriarcas, Rutherford no abandonó la idea de que los tales habrían de volver a
la existencia en cualquiera de aquellos años. Con tal idea, en 1929 solicitó
fondos a los Estudiantes de la Biblia que le fueron fieles, es decir, el 27% de
los que no dejaron las filas en 1927. Se recaudaron 25.000 dólares y se construyó
una mansión en San Diego, California.
La mansión, lujosa, se conoció como Beth
Sarim o Casa de los Príncipes, fue concluída en 1930 y, en tanto resucitaban
los patriarcas, Rutherford la ocupó. En el garaje se dispuso un Cadillac de 16
cilindros valorado en más de 6.000 dólares. Un utilitario salía entonces por
unos 500 dólares y un obrero especializado ganaba 150 dólares al mes.
Rutherford tenía otro Cadillac idéntico en Nueva York. Y todo ello en la época
de la Gran Depresión, en que un ingente número de personas pasaba hambre y
serias carencias, incluídos los propios Estudiantes de la Biblia.
En 1931 Rutherford cambió la identidad
nominal de los Estudiantes de la Biblia que no habían abandonado las filas,
incluyéndose los pocos adeptos que se captaron entre 1927 y 1930. El grupo pasó
a denominarse ‘testigos de Jehová’ y estaba compuesto exclusivamente por
ungidos o miembros de los 144.000 que habrían de ir al cielo a gobernar con
Cristo. Años después, en 1935, Rutherford señaló que no todos los testigos de
Jehová, es decir, los ungidos, irían al cielo, sino que muchos habitarían en el
Paraíso en la propia Tierra. A estos se les conoció como ‘la gran muchedumbre’
y no se les consideraba testigos de Jehová -que lo eran únicamente los
ungidos-, sino que se les conocía como ‘Jonadabs’ o simpatizantes de los
Testigos.
En 1939 Rutherford adquirió un terreno de
difícil acceso cerca de Beth Sarim, en el que habilitó la correspondiente
vivienda y construcciones accesorias. Al lugar le puso el nombre de Beth Shan o
Casa de Seguridad. Debajo de la casa principal y del recinto de las cabras
mandó construir sendos refugios antiaéreos, en la creencia de que la guerra
europea se extendería a los Estados Unidos, lo cual no sucedió.
El 8 de enero de 1942 falleció Rutherford
en Beth Sarim. Su cadáver fue conservado en una nevera de hielo durante al
menos dos semanas, mientras se tramitaba con las autoridades municipales el
permiso de enterramiento en la finca de Beth Sarim, tal como era el deseo del
finado. Para ello se construyó en la finca un sencillo mausoleo que actualmente
existe, aunque está vacío. Finalmente, tras mucha insistencia por parte de los
representantes de la Watch Tower, las autoridades denegaron el permiso y
Rutherford fue enterrado en secreto. A día de hoy no se sabe dónde está su
tumba, aunque se sospecha que fue enterrado en Beth Sarim, tal como lo
manifestó en su día el comprador de la finca.
En una nota de finales de Abril de 1942 la
Watch Tower publicaba que Rutherford había sido sepultado en el antiguo terreno
de la radio que la entidad tenía en Staten Island. Sin embargo en 1942 el
terreno ya no pertenecía a la Watch Tower, aparte de que no se autorizaban
enterramientos en él. El único cementerio que allí existe, cuyas lápidas
aparecen gastadas, pertenece a la iglesia metodista que ocupa el lugar desde el
siglo XVIII y consta que en ese terreno no se ha enterrado a nadie desde
finales del siglo XIX. La iglesia metodista continúa funcionando en el lugar.
Definitivamente, Rutherford no pudo haber sido enterrado ahí. No se tiene
constancia de dónde pueda estar enterrado, aunque todas las sospechas apuntan a
la finca de Beth Sarim.
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