miércoles, 1 de marzo de 2017

La verdad de los años 607-537 a.e.c. y 1914 (CAPITULO VI)


(Continuación del libro...)

VI

 

    En enero de 1942 Nathan Homer Knorr sucedió a Rutherford en la presidencia de la Watch Tower. Ocupó la vicepresidencia Frederick William Franz, quien en 1977 llegaría a ser presidente. No existía entonces un cuerpo gobernante que se encargara de emitir las doctrinas y escribir las publicaciones. Ese cometido corría a cargo del presidente, como fue el caso de Russell y Rutherford; pero, dado que Knorr era hombre de organización empresarial y comercial y no de letras y doctrinas, el propio Franz se encargó del asunto como teólogo único de la Sociedad.

    En 1943 Franz escribió el libro ‘La verdad os libertará’ y en él expuso oficialmente que lo que había sucedido en 1914 había sido el inicio del reinado de Cristo en el cielo, suprimiendo definitivamente la fecha de 1874 que hasta entonces se predicaba. También suprimió la fecha de 1799 que Barbour le había pasado a Russell como año del comienzo del tiempo del fin. El inicio de ese tiempo se traspasaba ahora a 1914. El Armagedón quedaría después para el futuro, exactamente para el tiempo de una generación, la cual se consideraba a lo sumo de unos 80 años, teniendo en cuenta que los de esa generación habrían tenido entre 12 y 15 años en 1914, edad con la que se suponía que los jóvenes eran ya plenamente conscientes de los sucesos mundiales.

    En el libro ‘La verdad os libertará’, a fin de que cuadraran los 2.520 años de los llamados tiempos de los gentiles, Franz adelantó incomprensiblemente al 607 a.e.c. la fecha del 606 a.e.c., que se predicaba como el año de la destrucción de Jerusalén por Nabucodonosor. Al hacerlo así, le descuadraban los 70 años que terminaban en la fecha del 536 a.e.c. y por eso adelantó ésta al año 537 a.e.c. A partir de 1943 los testigos de Jehová comenzaron a predicar que Jesucristo había sido hecho rey en 1914, que Jerusalén cayó en el 607 a.e.c. y que los judíos fueron liberados del destierro babilonio en el 537 a.e.c. Con ello se aumentó a 90 años el tiempo real de los 70 años de la duración del imperio babilonio tras la anexión de la ciudad de Harrán, que son los 70 años de los que dan prueba la Historia, la Arqueología y la Astronomía.

    Franz, que actuaba en nombre de la Watch Tower, pudo haber hecho lo que hizo Russell: pasar a 1915 la hipotética fecha del inicio del reinado de Cristo, por lo que paralelamente atrasaría al 535 a.e.c. el año de la salida del destierro. Pero si hubiera traspasado la fecha de 1914 a 1915, no le cuadraría el año 1918, inventado en 1927 por Rutherford como el de la inspección del esclavo fiel y discreto por Jesucristo ni el año 1919 -también inventado en 1927 por Rutherfod y que era consecuencia directa de 1918- como el del nombramiento de ese esclavo fiel sobre los bienes terrestres del amo Jesucristo, a la par que como su vocero oficial y canal único de comunicación de Dios con el hombre. Fred Franz, por tanto, se obligó a adelantar un año la pretendida destrucción de Jerusalén y la consecuente desaparición del reino de Dios en la Tierra.   

    En 1945 Franz creyó entender que la Biblia condenaba las transfusiones de sangre y por ello la Watch Tower las prohibió para los Testigos, lo cual fue ampliamente expuesto en las Atalayas, siendo el caso que las hemotransfusiones se alababan particularmente en los tiempos de Rutherford. Hasta 16 años después, en 1961, dado el creciente número de transfundidos, no se expulsaría a quienes se sometían voluntariamente a una hemotransfusión. Franz consideraba que era lo mismo comer sangre que inyectársela en las venas. Hoy la ciencia médica especifica que no es lo mismo, ya que la sangre que se come se digiere y se descompone en nutrientes que como tales pueden pasar al torrente sanguíneo, mientras que en una transfusión lo que se hace es introducir directamente sangre en las venas para aumentar su volumen y aportar oxígeno, entre otras utilidades. Con el tiempo se suavizaría la prohibición permitiendo transfundirse las que para los médicos son incorrectamente llamadas ‘fracciones sanguíneas’. 

    En 1966 Franz escribió el polémico libro ‘Vida eterna en libertad de los hijos de Dios’. En él dejó caer que en 1975 se cumplían 6.000 años de la creación del hombre y que a continuación daría comienzo el milenio que introduciría el Paraíso en la Tierra, lo que suponía que antes tendría que venir el Armagedón. Muchos testigos de Jehová, sobre todo ya cercano el 1975, vendieron sus propiedades y abandonaron sus trabajos para dedicarse a predicar de jornada completa, lo cual fue alabado por la Watch Tower, según publicó en una de las hojas del Ministerio del Reino de 1974. El caso es que todos los Testigos entendían que en 1975 llegaría el Armagedón y Cristo daría comienzo al nuevo milenio en la Tierra. El propio Fred Franz enfatizó en sus discursos públicos que ello tendría lugar en Septiembre de 1975. Existen grabaciones de algunos de estos discursos, tanto de Franz como de otros oradores.

    En 1971 fue creado el Cuerpo Gobernante de los testigos de Jehová. Lo componían los siete miembros de la Junta Directiva de la Watch Tower más otras cinco personas. El Cuerpo Gobernante pasó a supervisar a la propia Junta Directiva y al Presidente de la Sociedad. Los miembros del Cuerpo Gobernante decían que ‘la cola mueve al perro’, aduciendo al hecho de que la corporación recientemente creada gobernaba al grupo más antiguo. Los líderes de la organización llaman también ‘cuerpo gobernante’ a la junta directiva de la Watch Tower, la cual, en efecto, era el cuerpo gobernante de la Sociedad, pero no el cuerpo gobernante de los testigos de Jehová. A partir de 1971 hubo, pues, dos cuerpos gobernantes, a saber, la Junta Directiva de la Watch Tower y el grupo de doce personas que se impuso a la anterior, aunque en dicho grupo figurasen los miembros de la Junta Directiva.

    Pasó 1975 y el Armagedón no vino ni fue restaurado el paraíso en la Tierra, según se venía predicando masivamente. No pocos Testigos abandonaron la organización. Otros no lo hicieron por temor a perder amigos y familiares, ya que la desasociación, como la expulsión, supone que los demás Testigos ni siquiera pueden hablar con el desasociado, estando así condicionada la amistad o la familiaridad al hecho de permanecer dentro de la organización. Un testigo de Jehová expulsado o desasociado está expuesto al más severo ostracismo por parte de los demás miembros y aún por su propia familia. En aquellos años la Watch Tower salió al paso publicando que los Testigos, llevados por su entusiasmo, habían entendido incorrectamente y creyeron que el Armagedón era inminente en 1975. Pero unos años después, en 1980, el Cuerpo Gobernante de los Testigos asumió parte de responsabilidad en el asunto.   

 

 

1 comentario:

  1. Magnifico artículo!! Gracias por publicarlo, esperamos ansiosos los siguientes capítulos. Esto debería ser llevado a un documental visual, si tuviera acceso a imágenes de esos libros o fotos, me ofrezco a editarlo en formato video. Saludos!

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