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En el texto de Jeremías 29:10 (‘Conforme se
cumplan setenta años en Babilonia…’) lo que a muchos religiosos despista es
precisamente la preposición ‘en’, que aparentemente parece querer decir que los
judaítas habrían de estar 70 años en el destierro, sobre todo cuando el texto
se interpreta a la luz de la doctrina del Cuerpo Gobernante de los testigos de
Jehová, doctrina heredada del adventista Barbour, quien confundió servidumbre
con destierro y por esa razón se obligó a adelantar 19 años la subida al trono
de Nabucodonosor, en contra de lo que demostraban los historiadores, a saber,
que Nabucodonosor había ascendido al trono de Babilonia en el año 605 a.e.c.,
lo cual ha sido verificado por multitud de tablillas cuneiformes.
Ya hemos visto que Jeremías no escribía a
los desterrados del año 18/19 de Nabucodonosor, sino a los del año 7/8 del rey
babilonio, y a ésos les hablaba de los 70 años. Si esos 70 años hubieran sido
de destierro, los judaítas a quienes escribía Jeremías habrían salido de
Babilonia 11 años antes, puesto que fueron llevados cautivos precisamente 11
años antes que los desterrados del año 18/19 de Nabucodonosor. Pero 11 años
antes Babilonia aún no había sido tomada por Ciro.
Excepto la TNM y alguna otra, todas las
demás versiones y traducciones bíblicas han corregido el texto de Jeremías
29:10 según la preposición que realmente aparece en los manuscritos hebreos. En
estos manuscritos la preposición que la TNM vierte como ‘en’ no es tal. La
preposición de los manuscritos hebreos en el texto que nos ocupa se traduce en
castellano por una de estas tres preposiciones: ‘A’, ‘de’ ó ‘para’. De ahí que
en las biblias que traducen directamente de los manuscritos o los consultan, el
texto de Jeremías 29:10 se vierte de cualquiera de las siguientes maneras:
‘Cuando se cumplan los setenta años de
Babilonia…’ (Biblia Nácar Colunga). ‘Cuando a Babilonia se le cumplan los
setenta años…’ (Biblia de Jerusalén). O, como lo vertió la TNM de los testigos
de Jehová en su edición sueca en el año 2002: ‘Conforme se cumplan setenta años
para Babilonia…’ Y lo mismo hacen prácticamente todas las versiones bíblicas.
Siempre ofrecen las preposiciones ‘a, de, para’ en el texto de Jeremías 29:10,
conforme a los manuscritos hebreos.
La traducción de la preposición hebrea ‘le’
como ‘en’ en este pasaje de Jeremías se presta a confusión y hace que muchos
lectores entiendan que ese ‘en’ se refiere a los desterrados. En realidad el
texto de Jeremías se refiere a la duración del imperio babilonio tras la
conquista de la ciudad de Harrán. Como dicha conquista tuvo lugar en el 609
a.e.c. y el nuevo imperio babilonio concluyó en el 539 a.e.c., su duración fue
de 70 años, todo ello de acuerdo con los historiadores antiguos, con las
decenas de miles de tablillas descubiertas en Babilonia y con la ciencia de la
Astronomía.
Lo que Jeremías estaba diciendo es que
‘hasta que no terminasen los 70 años de Babilonia, ningún desterrado podría
salir de su cautiverio. En modo alguno dice el profeta que los judaítas habrían
de estar 70 años desterrados en Babilonia. Jeremías siempre se refiere a la
duración del imperio babilonio, que fue de 70 años, como bien saben los
historiadores, los arqueólogos y los astrónomos.
Sorprende que en la versión sueca del 2002
de la TNM el texto de Jeremías 29:10 aparezca con la correcta preposición
‘para’ y no con ‘en’. El texto de esa versión quedó así: ‘Conforme se cumplan
setenta años para Babilonia…’ Esto está de acuerdo con los manuscritos hebreos,
los cuales no dicen ni insinúan que los judaítas estuvieran 70 años desterrados
en Babilonia después de que Nabucodonosor destruyera Jerusalén en el año 18/19
de su reinado. Dicha versión bíblica de la TNM en sueco obedeció al hecho de
que fue en Suecia donde se descubrió que el texto de Jeremías 29:10 estaba mal
traducido en la biblia de los testigos de Jehová.
Sin embargo en los demás países el Cuerpo
Gobernante mantiene la preposición ‘en’ para el texto de Jeremías, cuando
debería haberla cambiado, de acuerdo con los manuscritos hebreos, como han
hecho casi todas las versiones y traducciones bíblicas. Pero hacer eso
supondría cambiar el concepto doctrinal heredado de Barbour de que los judaítas
deportados tras la destrucción de Jerusalén por Nabucodonosor estuvieron 70
años en Babilonia. Y, si como enseña el Cuerpo Gobernante, los judaítas
salieron del destierro en el 537 a.e.c. y se mantiene que estuvieron en Babilonia
70 años, esos 70 años retrospectivos llevan al 607 a.e.c. como supuesto año de
aquel destierro y de la destrucción de la ciudad y el templo hierosolimitanos.
Si el Cuerpo Gobernante acepta que el texto
de Jeremías 29:10 no se refiere a 70 años de destierro, sino a 70 años de
duración del nuevo imperio babilonio, entonces se obliga a cambiar la doctrina
y aceptar que fueron 50 años los transcurridos antes del 537 a.e.c., cuando se
supone que los judaítas salieron del destierro. Esos 50 años, de acuerdo con el
historiador Josefo, llevarían a la fecha correcta del 587 a.e.c. como año de la
destrucción de Jerusalén. Pero entonces, si aplican 2.520 años de los
hipotéticos tiempos de los gentiles, dicho cómputo no llevaría a 1914, sino a
1934. Y la doctrina de que Jesucristo nombró a su esclavo fiel y discreto en
1919 desaparecería y se trasladaría a 1939. Ello supondría un masivo abandono
de las filas de los Testigos, como ocurrió entre 1926 y 1927 con los
Estudiantes de la Biblia en tiempos de Rutherford.
De hecho miles de testigos de Jehová saben
que el Cuerpo Gobernante continúa escondiendo la verdad a la grey, a sabiendas
de que está consciente de que en 1914 no ocurrió otra cosa que la Primera
Guerra Mundial, de la cual pregona que está mencionada en las palabras de
Jesucristo cuando dijo que ‘se levantará nación contra nación y reino contra
reino’, por lo que se aduce que el texto alude a la Primera Guerra Mundial.
Pero el texto no dice que se levantarían varias naciones contra varias naciones
y varios reinos contra varios reinos, todos a la vez, en una conflagración
mundial. Siempre ha habido guerras de una nación contra otra y de un reino
contra otro. Y durante esas guerras, siempre ha habido terremotos, hambres y
enfermedades, algo que además ha ocurrido en todas y cada una de las
generaciones. Jesucristo mismo dijo que las guerras, los terremotos y las hambres
no significarían el fin. Pero la Watch Tower Bible, hoy a través del Cuerpo
Gobernante de los testigos de Jehová, continúa infundiendo pánico a los adeptos
que la sostienen económicamente, pues de otra manera se derrumbaría el imperio.
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