viernes, 9 de agosto de 2019

Del libro BASES DOCTRINALES DE LOS TJ (42)


La Historia no da razón de Jesucristo  

    El más famoso historiador del siglo I fue Filón de Alejandría. Cronista de su tiempo, estaba al corriente de lo que sucedía en Judea, en Galilea y en todo el imperio romano. A Jesucristo se le sitúa como contemporáneo de Filón. Y sin embargo Filón nada escribió sobre Jesucristo.
    La Iglesia afirma que Filón no escribió sobre Jesucristo porque su figura no le interesaba. Pero el evangelio dice que la fama de Jesucristo traspasó las fronteras. ¿No interesaba una persona que curaba a los enfermos y resucitaba a los muertos y sí que interesaban las figuras de ladrones y asesinos? Filón no escribió sobre Jesucristo sencillamente porque no se enteró de su existencia y eso es raro.
    Otro historiador judío, Flavio Josefo, del siglo I, aunque posterior a Jesucristo, nada escribe sobre él. Josefo, al igual que Filón, no se enteró de que Jesucristo hubiera andado por Judea y Galilea  en las tres primeras décadas del siglo I.
    Se cree que el autor del testimonio flaviano insertado en los escritos de Josefo fue Eusebio de Cesarea, en el siglo IV. Si Josefo hubiera sabido que existió Jesucristo, habría escrito por lo menos un grueso volumen sobre él, a favor o en contra. Pero Josefo, siendo historiador, no se enteró de la existencia de Jesucristo.
    Al igual que a Josefo, a otros autores también se les insertaron breves cuñas en sus escritos para hacer ver a los lectores que Jesucristo era un personaje de carne y hueso del siglo I. Pero una breve cuña en un relato no es evidencia de la existencia de nadie. Tal existencia debería estar documentada con profusión de datos, lo que supondría en este caso escribir libros enteros acerca del personaje. Los evangelios no aportan datos de Jesucristo que puedan comprobarse históricamente.
    La Historia de Roma no menciona a Jesucristo, y eso que los romanos controlaban Judea en el siglo I y Jesucristo era un personaje importante, según los evangelios. Tampoco dicen nada de Jesucristo los historiadores de ese siglo I y los dos siguientes.

OBSERVACION: El Cuerpo Gobernante de los testigos de Jehová defiende la existencia de los padres apostólicos que Eusebio se inventó para tratar de demostrar que la Iglesia era la continuadora de los apóstoles. Y los defiende a pesar de que todos esos padres eran apóstatas de un supuesto cristianismo. Sin esos padres que abogan por la existencia real de los evangelios, los testigos de Jehová no pueden demostrar que esos evangelios son del siglo I. Y lo mismo que los testigos de Jehová, los demás protestantes.


No hay comentarios:

Publicar un comentario