lunes, 26 de agosto de 2019

Del libro BASES DOCTRINALES DE LOS TJ (55)


El libro ‘El misterio terminado’, de Woodworth

    A finales de 1917 la Watchtower Bible and Tract Society of Pennsylvania publicó el libro ‘The finished mystery’ (El misterio terminado), del que se imprimieron aquel año 850.000 ejemplares, escrito por Clayton Woodworth y George Fisher, miembros de la gerencia del movimiento de los Estudiantes Internacionales de la Biblia, bajo la presidencia de Joseph Franklin Rutherford.
    Woodworth había declarado en la Asamblea de Estudiantes de la Biblia de 1913, en Asheville, Carolina del Norte, lo que después fue publicado en el "Thirteenth Souvenir Report", en cuyas  páginas 274 y 275 se lee: “Mi mente se desequilibraba y llegué a caer directamente bajo la influencia de los espíritus malignos, hasta tal punto que durante tres días estuve completamente bajo su control demoníaco… Antes de aquel momento había preparado un libro de treinta y seis páginas contra la dedicación… Ahora comprendo que todas estas escrituras eran sugeridas a mi mente por espíritus malignos”.
    Cuatro años después Woodworth, que admitió que los espíritus le inspiraban a escribir, se mostraba como el autor de gran parte del material del libro ‘El misterio terminado’ y que Rutherford presentó por sorpresa en el comedor del centro editorial de la Watchtower, repartiendo un ejemplar a cada uno de los presentes. Rutherford trató de colar el libro como si fuese la obra póstuma del pastor Russell e incluso lo citó como el séptimo volumen de los ‘Estudios en las Escrituras’, colección de seis tomos escrita por Russell años antes de 1914 y de la cual el propio Russell argumentaba que no era necesaria la lectura de la Biblia si se estudiaban esos seis volúmenes.
    El contenido de ‘El misterio terminado’ desató agudas controversias entre los miembros del movimiento religioso de Estudiantes de la Biblia -particularmente contra Rutherford por permitir su publicación-, a resultas de las cuales algunos terminaron de abandonar las filas. Aducían que el libro estaba lleno de barbaridades que nada tenían que ver con la enseñanza bíblica y que más parecían disparates diabólicos.
    En las páginas 126 y 127 de ‘El misterio terminado’, Woodworth escribe que ‘esta obra está bajo la supervisión del Señor’, queriendo significar que todo su contenido estaba libre de error y que por tanto era la verdad escueta. Con el tiempo la obra fue desechada por la propia Watchtower porque no contenía verdad alguna, antes al contrario, se la encontró plagada de insultos e ingentes disparates ajenos al contenido bíblico, por lo que su propagación equivalía a divulgar mentiras. He aquí algunas de las disparatadas afirmaciones que se predicaban como verdades:
    Página 188: ‘Miguel el arcángel es el Papa de Roma’. Aquí Woodworth, el escritor, discrepaba con lo publicado en una ‘Watchtower’ (Atalaya) de 1883, donde se decía que Miguel era el propio Jesucristo. Página 85: De ‘leviatán’ (ver Job 42:1) se afirma que es una locomotora. En la página 485, interpretando Ezequiel 24:25,26 el libro afirma, en palabras de Fisher: ‘En el año 1918, cuando Dios destruya las Iglesias al por mayor y a sus miembros por millones…’. En página 68 se lee que ‘algunas Escrituras… prueban que la segunda venida del Señor ocurrió en 1874’.
    En página 421 se lee: “La Sociedad ha publicado y está distribuyendo "El Misterio Terminado", séptimo volumen de Estudios de las Escrituras. No hay nada en éste que no esté en armonía con el plan divino tal como ha sido revelado. Las doctrinas enseñadas ahí están total y claramente en armonía con las del Señor Jesucristo”.
    En 1918, Rutherford y los demás dirigentes de la Sociedad Watchtower fueron citados a juicio por la distribución y contenido polémico del libro ‘El misterio terminado’. Durante su celebración, el señor Rutherford declaró entre otras cosas que ‘el comité ejecutivo instruyó a los señores Woodworth y Fisher para que sometan sus manuscritos para lo que debiera ser hecho’. Se refería a los manuscritos del nuevo libro que habría de ser vendido como el séptimo volumen de Estudios en las Escrituras, aunque no fue obra de Russell.
    Muchos Estudiantes de la Biblia se negaron a distribuir el libro cuando detectaron los graves errores que contenía y viendo que sus profecías no se cumplían. Estudiantes de Australia escribieron en 1919 una crítica del libro en estos términos: ‘Woodworth es muy imaginativo y está naturalmente poseído de una indebida apreciación de sí mismo y de su propio juicio. Habiendo estado ya bajo la influencia de espíritus y teniendo el Séptimo Volumen (El Misterio Terminado) ya delineado, parecería que se dio permiso para colocar sus propias interpretaciones para tener ventaja... Una fuerte corriente de egocentrismo pasa por todo el libro… Hay huellas de espiritismo en varios lugares del libro, y en un lugar el escritor confiesa que únicamente quien ha tenido estas experiencias podría describir la influencia de espíritus malignos en su mente’.
    Para 1929, después de su distribución por millones de ejemplares, dejó de venderse ‘El misterio terminado’, de Woodword y Fisher, así como los seis volúmenes de ‘Estudios en las Escrituras’, de Russell. La evidencia demostró que ninguno de estos libros contenía un solo ápice de verdad bíblica, sino que todos ellos fueron interpretación privada de mentes obtusas que divulgaron erróneas profecías y desequilibrados puntos de vista que arrastraron a multitudes. Por eso dejaron de publicarse.

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